Haciendo un alto por las no huellas de los andurriales de Río Grande, allá por los años 60, las figuras juveniles de Tony Márquez y Coco Barrientos. Unidades “de carrera” seguramente rodado 28, con manubrios doblados como cornamenta de carnero. Y seguramente dotados de “campanillas” para espantar un piño, que se cruzara a su paso.