En los talleres de la Cárcel de Ushuaia, allá por 1933, un hombre de trabajo paciencioso: Eugenio Mané. Reincidente como todos los allí alojados. Se lo condenó por cleptómano.

En los talleres de la Cárcel de Ushuaia, allá por 1933, un hombre de trabajo paciencioso: Eugenio Mané. Reincidente como todos los allí alojados. Se lo condenó por cleptómano.