Las espaldas de Punta María. El roquedal de sus playas que nos brinda sorpresas vivas al levantar cada piedra. Y el promontorio que en lo alto da paso a los bosques que alimentaron al aserradero Agustín María.
Las espaldas de Punta María. El roquedal de sus playas que nos brinda sorpresas vivas al levantar cada piedra. Y el promontorio que en lo alto da paso a los bosques que alimentaron al aserradero Agustín María.