Como cada año los Bomberos Voluntarios de Ushuaia rindieron homenaje a Diego Sánchez, la primera víctima de la explosión ocurrida en el corazón de los barrios La Cantera y San Vicente de Paul, en la que también murieron otras dos personas y hubo 60 heridos.
USHUAIA.- Ayer a las 11:00 los bomberos de esta ciudad depositaron una ofrenda floral y realizaron un minuto de silencio en el cementerio Parque del Mar, en memoria de Diego Sánchez, integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios zona Norte, quien murió en cumplimiento del deber hace 23 años, durante la tragedia de Ingeniería Guerra.
Por la tarde, también realizaron un toque de sirena con ofrenda floral en el monolito que lleva su nombre ubicado en la calle Vito Dumas, lugar donde se produjo la explosión.
En ese lugar, el 13 de marzo de 2000, se produjo un incendio estructural y luego el estallido del depósito que contenía acopiado de forma irregular trotyl y gelamón y donde funcionaba un galpón perteneciente a la empresa Ingeniería Fueguina SA, dedicada al movimiento de suelos. El hecho causó la alarma entre la población, ya que estaba situado al lado de un depósito de garrafas y tubos de gas, en el corazón de los barrios La Cantera y San Vicente de Paul, a 4 km del centro de la ciudad.
A través de las redes sociales, los Bomberos Voluntarios de Ushuaia recordaron que la primera víctima de la explosión, fue el bombero Diego Sánchez, de 20 años, que falleció horas después en el Hospital Regional Ushuaia, tal como lo confirmó su director, Jorge Viola.
El Director del hospital había ratificado que el bombero Carlos Alberto Molina, de 33 años, fue derivado al Hospital Regional de Río Gallegos con un “traumatismo craneoencefálico grave con daño neurológico” y su estado es “reservado”.
Otro de los heridos graves fue el jefe del cuerpo Daniel García de Bomberos del cuartel Unidos por Siempre, hoy Bomberos 2 de Abril, que permaneció en terapia intensiva con “trastornos pulmonares que le dificultaban la respiración”.
Otro de los heridos fue Jara Isaías, de Bomberos Voluntarios de Ushuaia, con traumatismo de cráneo, que fue derivado a la ciudad de Bs. As.
“Los otros fallecidos, los 60 heridos, envueltos en una catástrofe evitable, donde la negligencia y la corrupción tuvieron su cuota de protagonismo”, expresaron los bomberos ayer.
“Pasa el tiempo y poco a poco se desvanece ese sacrificio, de quienes entregaron sus vidas y el infortunio de quienes la perdieron. Seguiremos recordando ese día negro que resistieron los bomberos de la ciudad y en especial a los Bomberos Voluntarios Zona Norte, por la muerte de un integrante”.
Por último manifestaron que “Cuanto más loable y apacible será cuidar y reconocer a los bomberos en vida, por sus labores, sus entregas desinteresadas, llenas de altruismo por su comunidad, donde viven, crecen y mueren”.