Ayer declaró la forense del Poder Judicial, doctora Inés Aparici, quien dio cuenta de las lesiones en la víctima, describiendo la lesión cardíaca por una herida punzo penetrante. “Fue una herida que no tuvo mucho tiempo de sobrevida”, dijo.
RIO GRANDE.- Ayer se realizó la última etapa de las testimoniales en el juicio oral y público contra los hermanos Jhonatan y Shalom Quiroz por el homicidio de Marcelo Cárdenas, acaecido el 20 de noviembre del año pasado.
En las últimas testimoniales previstas declaró la forense del Poder Judicial, doctora Inés Aparici, quien dio cuenta de las lesiones en la víctima fatal, describiendo la lesión cardíaca por una herida punzo penetrante, “fue una herida que no tuvo mucho tiempo de sobrevida”, dijo.
Asimismo dio cuenta de otras lesiones entre las que destacó también una lesión punzante en la zona de la axila izquierda y otra cortante en un brazo, concluyendo “fueron todas producidas con la misma arma”.
En ese sentido describió que las lesiones son compatibles con la hoja de una de las cuchillas secuestradas a los imputados, de la cual no se pudo levantar rastro de ADN alguno ya que fue lavada, pero el reactivo blue star detectó que tuvo manchas de sangre humana.
Asimismo la forense también determinó que las lesiones cortopunzantes que presentaba el hermano de la víctima, Cristian Cárdenas, fueron necesariamente producidas con un arma con una hoja con filo, descartando la utilización de cualquier otro elemento en ello.
Esto da por tierra con la versión de los imputados de que asistieron a la escena del hecho desarmados, y que la puñalada a Marcelo Cárdenas fue circunstancial cuando el imputado Jhonatan Quiroz tomó un cuchillo que estaba en la mesa de las víctimas, en un solo hecho de este tipo.
En ese mismo sentido concluyeron los peritos de la Policía Científica, quienes además buscaron recrear la mecánica del hecho en una extensa declaración que continuará este miércoles por la mañana.
Los alegatos están previstos para el jueves.
