La casa que en Rosales y Belgrano tenía el bullicio de la familia Cheuquel, ahora -desde hace muchos años- vive el silencio de la calle Ushuaia, a donde fue llevada y en un momento se llamó “La Tonina Overa”.
La casa que en Rosales y Belgrano tenía el bullicio de la familia Cheuquel, ahora -desde hace muchos años- vive el silencio de la calle Ushuaia, a donde fue llevada y en un momento se llamó “La Tonina Overa”.