30 años: El Sureño es una realidad que sigue proyectándose hacia el futuro

Como hace 30 años, cuando salía a la calle el primer ejemplar de El Sureño, Oscar González junto a sus hijos, Nicolás y Matías, afrontan hoy todos los desafíos que impone la modernidad para seguir informando a Tierra del Fuego con rapidez, objetividad e independencia periodística.

Allá por diciembre de 1990, cuando aún todo estaba por hacerse en la provincia que se estaba gestando, Oscar González y Hugo Fayanás, con quien compartió la dirección del medio los primeros 23 años, comenzaron a darle forma a un proyecto periodístico nuevo. Por aquel entonces, había un medio gráfico que salía tres veces por semana y  llegaba a los kioscos por la tarde. Allí vieron una necesidad periodística y, finalmente, después de armar con mucho esfuerzo un equipo de periodistas, diseñadores y técnicos, el 14 de junio de 1991 publicaron el primer ejemplar de El Sureño.

“Uno de los principales escollos que sufrimos fue armar un equipo de periodistas, diagramadores y demás, porque faltaban profesionales con experiencia en medios gráficos”, cuenta Oscar González, director y fundador de El Sureño. “A los que se acercaban, tratábamos de seducirlos con el proyecto para que ellos también le pongan pilas, porque había mucho por aprender. Para ellos también fue todo un tema reconvertirse de periodistas radiales o televisivos a hacer periodismo escrito. Algunos nunca habían escrito nada y le pusieron voluntad y cariño. Así arrancamos”.

Para diferenciarse de la competencia, el periódico salía, en principio, cuatro veces a la semana, los días domingos, lunes, miércoles y viernes; después se fueron incrementando ediciones hasta llegar a convertirse en un medio diario teniendo como premisa el slogan “desayune con El Sureño”, estando en la calle a primera hora del día.

“Fueron momentos muy duros, porque la tecnología de aquellos años no acompañaba. No sólo porque no había internet, sino además porque la fotografía llevaba un larguísimo proceso hasta llegar a la imprenta”. Estas limitaciones, no solamente representaban muchísimas horas de trabajo, sino también inconvenientes que muchas veces complicaban la edición. Hay que recordar que tanto el trabajo de diagramación y fotografía era absolutamente manual y artesanal, y que el periodismo se manejaba a través del contacto directo con las fuentes de información, lo cual también hacía más lentos todos los procesos.

“A un año más o menos de haber arrancado y viendo todas estas limitaciones, llegamos a pensar en dar un paso al costado. Felizmente ese planteo coincidió con la aparición de internet y de la noche a la mañana nos encontramos con que la tecnología empezó a avanzar, facilitando el trabajo, haciendo todo en mucho menor tiempo, lo que permitió también reducir costos”.

Ante la avalancha de novedades tecnológicas que iban apareciendo, El Sureño permanentemente invirtió en equipamiento y, a la vez, nunca dejó de sumar capital humano para diferenciarse y lograr la preferencia de los lectores. “Creo que, de alguna manera, ese fue el secreto de haber permanecido y haber llegado a los 30 años, porque fue una permanente inversión no tan solo económica, sino sobre todo en la parte humana, de muchísima gente que participó de este proyecto”, manifiesta Oscar González.

Hoy, con 30 años recién cumplidos, El Sureño es el único diario que sigue editando su versión en papel a todo color y el primero en la provincia en ofrecer una versión digital que lo posicionó como la web de noticias fueguinas más elegida. Sin embargo, Oscar González sigue llamando a su negocio, “el proyecto”. “Es que, en mi cabeza, seguir pensando en proyecto es seguir pensando en el futuro, en lo que viene como empresa, donde hay que seguir innovando sobre todo en estos tiempos, en que el periódico en papel está desapareciendo a nivel mundial”, explica.

En cuanto a la independencia editorial del medio, González asegura que “siempre tratamos de no alinearnos políticamente a ningún partido, de mantener una independencia a tal punto, de que en el diario las puertas están abiertas para todos. Los partidos chicos también han tenido su espacio en todas las elecciones que hubo a lo largo de estos años, para poder expresarse y presentar sus candidatos. Hemos tratado de ser lo más abiertos posible, siempre pensando en la comunidad”.

No obstante, reconoce que, a lo largo de estos 30 años, el medio no fue ajeno a las presiones políticas. “Pasaron muchísimas situaciones y entiendo que van a seguir pasando. Es que en el día a día suceden cosas que afectan a la comunidad y algunos funcionarios de turno se molestan por las críticas; lamentablemente son realidades que se viven y es nuestra tarea reflejarlas para encontrar solución, es decir, no se puede tapar el sol con la mano”, asegura.

Para Oscar González, liderar un medio de comunicación privado con 30 años de trayectoria, “es una responsabilidad muy grande. Para mí, en lo personal, es un orgullo poder estar en actividad. Venimos de una pandemia que afectó a todo el mundo y hemos logrado mantener las fuentes de trabajo, toda la estructura durante este tiempo y la idea es seguir apostando al futuro. Estoy muy satisfecho por los logros obtenidos, a pesar de los tragos amargos que siempre surgen como en cualquier empresa”.

Por último, en esta fecha tan especial, Oscar González expresó su infinito agradecimiento “a los lectores y a los comerciantes que nos han acompañado durante estos 30 años. Pero sobre todo, a toda la gente que trabaja en el diario, que colabora con el diario, no tan solo la gente que pasó por acá a lo largo de este tiempo que ha sido muchísima. A la gente que hoy está trabajando con nosotros, porque el mérito no es mío, es de ellos. Es lo que siento y pienso cada día. Cada vez que leo un ejemplar, veo reflejado el trabajo de mucha, mucha gente y ese es mi gran orgullo”, concluyó.

El legado familiar

Desde hace un tiempo, Nicolás en principio y Matías González más tarde, se sumaron al equipo de El Sureño para continuar el legado de su padre, sumando al periódico una nueva impronta a través de la página web que, como decíamos, desde hace muchos años es una de las más visitadas. “En estos últimos 15 meses hemos crecido mucho más”, agrega Nicolás y explica que “en algún momento tuvimos que ampliar la capacidad del servidor porque teníamos tantas visitas que la página web se ponía muy pesada”.

Los hermanos, quienes crecieron al mismo tiempo que la empresa, hoy toman las riendas del negocio familiar con el mismo compromiso asumido por su padre, hace 30 años.  “Tengo recuerdos de la infancia jugando en los locales de San Martín y después en 9 de Julio, mientras me intrigaba de qué trataba “el mundo de la comunicación” del cual hoy formo parte”, dice Nicolás.

“Hoy me siento orgulloso de la labor que mi padre ha gestado durante estos 30 años. Naturalmente se han presentado obstáculos, pero con esfuerzo y dedicación ha sabido salir adelante día a día, por mérito propio y del gran equipo que siempre hemos tenido con la camiseta puesta, resolviendo, sumando, aportando, dándolo todo en cada día de trabajo y cierre”, afirma.

Para Nicolás, los recuerdos descubriendo en el laboratorio fotográfico cómo aparecían mágicamente las imágenes en el papel, se reviven cuando cada día se pone en marcha la rotativa para imprimir una nueva edición. “Esta gran casa es mi familia y estoy agradecido de seguir adelante aggiornando y llevando adelante la labor de hacer a diario comunicación”.

Por su parte, Matías, quien en marzo de 2020 estaba estudiando en Buenos Aires y había viajado por cuatro días, se terminó quedando en Río Grande. La pandemia lo acercó al negocio familiar y mientras sigue estudiando en forma remota, también le ha dado un aporte muy importante a la web y a las redes sociales.

“Siempre pensé en el estudio y nunca me vi hasta el año pasado trabajando en el diario con mi familia. Ahora cambió mi vida en 360 grados, porque la prioridad la tengo acá con el diario y con mi familia y me gusta. Tengo mucho por aprender. Cada día estoy aprendiendo algo nuevo, siempre tratando de escuchar los consejos de mi hermano como de papá y el personal que trabaja en la Empresa desde hace mucho tiempo”, afirma Matías.

Acerca del camino que comienza a recorrer, asegura que “en estos 30 años, papá hablaba de todas las experiencias que tuvo y creo que en un futuro podremos contar nuestras propias experiencias vividas. Feliz de esta nueva etapa de mi vida, impensada para mí, pero en la que encontré una actividad que me gusta mucho”.

En cuanto a la responsabilidad del trabajo que les cabe, afirma que desde afuera “uno imagina muchas cosas, pero hasta que no lo vive en carne propia no se da cuenta de la dimensión del compromiso que tenemos con la ciudad y la provincia. Porque llevar la noticia día a día y cumplir con la comunidad es lo más importante”.