Encuentro de jóvenes por la paz mundial

En instalaciones del Club Sportivo, se realizó una jornada de concientización y debate junto a los jóvenes que integran Scholas Ocurrentes, en Río Grande. El vicegobernador Juan Carlos Arcando participó y brindó un mensaje en el que destacó que “en un mundo en constantes cambios, nuestros jóvenes que aspiran a un mundo mejor, deben abrirse camino para abordar el futuro”.

RIO GRANDE.- El pasado viernes se realizó un encuentro de jóvenes en el marco de “Scholas Ocurrentes” de la fundación Pontificia. El evento, se trata de un movimiento que reúne a todas las religiones para la lucha de la paz mundial a través de la educación.

El vicegobernador Juan Carlos Arcando participó del encuentro y felicitó a los adolescentes: “Esta es la solidaridad que alimenta el compromiso para lograr una sociedad mejor la que me hace ver el futuro con más esperanza”.

En instalaciones del Club Sportivo, el titular del Parlamento, junto a la legisladora Andrea Freites y el ministro de Educación, Diego Romero, compartieron la jornada de concientización y debate junto a los jóvenes que integran el movimiento en la ciudad.

“Para mí fue un inmenso placer poder compartir con jóvenes este evento de fundamental importancia para nuestra Provincia, por el profundo mensaje y diagnóstico que encierra esta maravillosa juventud y su ejemplo”, dijo Arcando.

El Presidente de la Legislatura pronunció un discurso frente a los adolescentes y los felicitó por la iniciativa y trabajo, “en un mundo en constantes cambios, nuestros jóvenes que aspiran a un mundo mejor, deben abrirse camino para abordar el futuro”.

Arcando manifestó el orgullo que estos jóvenes representan para tierra del fuego, que buscan “mejorar nuestra calidad de vida y alumbrar un futuro promisorio para las generaciones venideras”, aseveró.

“He impulsado la creación de un protocolo para las víctimas de violencia de género, creación de registro de violadores y alentado todo aquello que contemple acciones contra la violencia y el abuso”, les infirmó el vicegobernador, al tocar la cuestión de los abusos y violencia.

“Desgraciadamente nuestra provincia tiene índices de suicidios por encima a la media del país, me da cierto pudor traer la estadística, porque no hay ningún número que alcance a explicar, ni siquiera remotamente, cuando uno solo de nuestros jóvenes decide quitarse la vida” se lamentó.

 

 

El mensaje del Vicegobernador

Para mí, fue un inmenso placer poder compartir con jóvenes en el marco de la Scholas Ocurrentes – Ciudadanía, este evento de fundamental importancia para nuestra provincia. Y lo digo, no solo por la calidad de los temas abordados, sino por el profundo mensaje y diagnóstico que encierra el hecho de que esta maravillosa juventud nos está brindando con su ejemplo.

Muchas veces se suelen cuestionar a nuestros jóvenes e incluso no son pocos los que suelen comparar generaciones anteriores sobrevalorando las propias. Pero lo cierto es que, en un mundo en constantes cambios, nuestros jóvenes que aspiran a un mundo mejor, deben abrirse camino para abordar el futuro.

La agenda de un Vicegobernador suele estar ajustada a protocolos y formalidades. Y es ahora y en este evento donde puedo decir que muchas veces no es necesario saco, ni corbata, ni certificado de edad o condiciones particulares, para desarrollar la agenda más importante que pueda tener nuestra provincia, cual es la posibilidad de de mejorar nuestra calidad de vida y alumbrar un futuro promisorio para las generaciones futuras.

En ello, sin lugar a dudas, los Derechos Humanos, debe ocupar el centro de atención. Nadie debe estar exento de la grave responsabilidad de respetar al prójimo. Ninguno puede ostentar ni creerse con potestad para violentar, manipular o condicionar la vida de otro ser humano.

Modestamente creo que ese es el piso sobre el cual, estos queridos jóvenes, han montado los andamios de los proyectos de acción. Han abordado, y disculpas si me olvido de alguno, la problemática del suicidio, el bulling, la violencia de género y yo le agregaría para un futuro, la violencia en el noviazgo.

Han contado con la colaboración de profesionales de distintas disciplinas y han producido una movida que personalmente me impacta. Porque viene desde la fuerza generacional que quiere interpelarnos y que en sus palabras subyace una crítica a las condiciones actuales, que comparto en toda su extensión.

Quiero decir que mucho de los temas que ellos han abordado son preocupación constante de quien les habla. He impulsado la creación de un protocolo para las víctimas de violencia de género, creación de registro de violadores y alentado todo aquello que contemple acciones contra la violencia y el abuso.

El abordaje sobre el suicidio, planteado por los chicos, es un reto para toda la sociedad. Y por supuesto que ello me llena de satisfacción porque personalmente creo que el compromiso de cambio debe partir por identificar el problema, pero también las causas para removerlo.

No hay nada en este mundo que pueda alertarme más que el de una persona que desiste de su vida porque me imagino que es una batalla que libra el suicida consigo mismo, antes de tomar la decisión. Y la mayoría de las veces lo hace en soledad.

Desgraciadamente nuestra provincia tiene índices de suicidios por encima a la media del país. Y confieso, me da cierto pudor traer la estadística, porque no hay ningún número que alcance a explicar, ni siquiera remotamente, cuando uno solo de nuestros jóvenes decide quitarse la vida.

Modestamente creo que muchos suicidios podrían evitarse con mayor solidaridad. Culturalmente significa asumir la obligación personal de darle una mano al que notamos que se va quedando en el camino. Y los jóvenes lo hacen y aquí lo vimos. Tienen más arraigado el concepto de solidaridad y perciben con mayor claridad los síntomas de ese joven que se va quedando atrás en el camino.

Es esa solidaridad la que alimenta el compromiso para lograr una sociedad mejor la que me hace ver el futuro con más esperanza. A mis hijos los veo con ojos de padre pero también sé que tras ellos están los tiempos que vendrán. Que ellos, es decir estos jóvenes, crecerán, formarán sus familias y tendrán a sus propios hijos, que mirarán a los ojos para contemplar la posteridad.

Todos queremos un futuro sin violencia, sin abusos, sin drogas, sin bulling, sin hombres pegándoles a mujeres, sin mujeres abusadas o degradadas.

Pero ello sera posible en la medida en que el compromiso individual y social vaya levantado un muro en que cada ladrillo sea la voluntad de un ser humano, y que tras esa muralla, desterremos para siempre los males que tanto nos impactan.

Felicito a estos jóvenes, a los coordinadores de las Scholas Ocurrentes, a la fundación pontificia. los abrazo y permítanme que diga, que estos jóvenes me enorgullecen como fueguino y como ser humano.

Jóvenes de todas las religiones se reúnen para la lucha de la paz mundial, a través de la educación.