PARÍS (AFP).– La escudería Ferrari presentó ayer su monoplaza para la temporada 2018 de Fórmula 1, el SF71-H, con el que espera recuperar un título que no gana desde hace diez años.
A pesar de una segunda parte de la temporada difícil en 2017, el director de Ferrari Maurizio Arrivabene continuará en el cargo y ayer mostró su orgullo y su confianza en una ceremonia organizada en Maranello.
“Este coche está fabricado en Italia, aquí, en esta fábrica: representa la excelencia de nuestro país”, señaló.
“Hasta última hora todo el mundo ha trabajado muy duro para perfeccionar los menores detalles de este coche, con el objetivo de que sea el mejor posible”, continuó.
Segunda en 2017, la Scuderia intentará dar un paso más en 2018 ante Mercedes, vigente cuatro veces campeón.
“Somos capaces, estoy seguro”, dijo Arrivabene, en el puesto desde noviembre de 2014.
Como el resto de monoplazas de la Fórmula 1, el nuevo Ferrari incorpora el halo, la nueva protección del cockpit obligatoria en 2018, un dispositivo apoyado por la formación italiana, a diferencia de los otro nueve equipos de la competición.
Ferrari no ha ganado el título de constructores desde 2008 y el de pilotos desde 2007, con Kimi Raikkonen.
El veterano finlandés de 38 años estará acompañado por cuarto año consecutivo por el alemán Sebastian Vettel, ocho años más joven.