SANTIAGO DEL ESTERO.- A pura chacarera, esta metrópoli baila todo el año al ritmo de sus instrumentos, su historia y su gastronomía. La alegría de los santiagueños acompaña un recorrido por la capital más antigua de la Argentina.
Santiago del Estero tiene mucha historia. Es la primera ciudad de nuestro país, constituida en 1553, y desde aquí partieron las expediciones fundacionales de las ciudades del Norte y Cuyo de la Argentina. También es donde nació la primera diócesis de la nación y, con ella, la primera catedral. Y tiene la primera talla de San Francisco Solano, enviada desde el Alto Perú. Cada uno de esos hechos cuenta un pedacito del pasado y el presente de la ciudad, que recibe con los brazos abiertos para darse a conocer a través de sus reliquias culturales y religiosas.
Las poesías y melodías también enseñan mucho de estos pagos, con el folklore siempre dispuesto a sonar. La chacarera es la estrella de la zona y así supo difundirlo Andrés Chazarreta (1876-1960), investigador y primer recopilador de la “música del monte”. En casi todas las casas hay bombos y guitarras, y los viajeros reconocen en las letras historias y detalles de todo lo que están aprendiendo y de la idiosincrasia de los santiagueños.
Las armonías de los violines se funden con los relatos sobre San Francisco Solano, quien evangelizaba acompañado de este mágico objeto, y entre los instrumentos sorprende en especial la sachaguitarra, pues es el único lugar donde se realiza. Para ilustrarse sobre cómo se construyen y conocer su historia, es ideal una visita a los talleres de algunos reconocidos lutier dispuestos a compartir los detalles de su trabajo, como Mario Paz, Elpidio Herrera y el Indio Froilán, quienes utilizan materiales tan autóctonos como el barro, las fibras vegetales y elementos animales.
Es ya cotidiano los martes y jueves ver participar de las clases de baile dictadas por Miguel Serrano y Adela de Saavedra en la Plaza Libertad, en corazón de la ciudad, actividades que son compartidas por turistas y los propios santiagueños. Este espacio propone valorizar nuestras raíces y compartir con los visitantes y amigos la alegría y hospitalidad que nos caracteriza.
Estos talleres, denominados, Que Siga El Baile, junto a los ya tradicionales encuentros de todos los sábados en el Patio Santiagueño de la Feria Artesanal y Productiva de Upianita, a lo cual se suma ahora un domingo de cada mes, para celebrar Domingos Santiagueños, forman parte de las tantas acciones coordinadas por la Subsecretaria de Turismo de la provincia con el claro objetivo de brindar a los turistas y amigos que nos visitan la oportunidad de vivir las sensaciones que para los nacidos en esta provincia son cotidianas.
Las expresiones culturales de nuestra tierra, son puestas en valor, al brindar los espacios para la danza, la poesía, la música, nuestras artesanías y la gastronomía que nos caracteriza, de manera accesible, amigable y cordial, donde los turistas entablan relación con el atractivo turístico más valioso de nuestra provincia; la amabilidad y hospitalidad de nuestra gente que celebra siempre la ocasión de compartir lo mejor que tenemos cada vez que nos visitan.
Estas acciones se suman a los emprendimientos privados como el Patio del Indio Froilan, El Rincón de la Empanada y tantos otros espacios donde se puede disfrutar de lo mejor de nuestra cultura, brindando así variadas alternativas a los turistas para vivir experiencias memorables, en armonía con tranquilidad y alegría. Fuente: Turismo Santiago. Compartiendo Turismo.