BUENOS AIRES (NA).– El exfutbolista René Orlando Houseman, campeón del mundo con la Selección argentina en 1978, falleció ayer luego de darle pelea a un cáncer de lengua que lo tenía a maltraer hace un tiempo, según confirmaron fuentes cercanas al Loco.
También apodado Hueso, tenía 64 años de edad y en las últimas semanas varios clubes habían iniciado una campaña solidaria para juntar dadores de sangre.
Reconocido hincha de Excursionistas, Houseman era un extraordinario wing, con una gambeta indescifrable y un personaje muy querido dentro del ambiente del fútbol.
Curiosamente, debutó en Primera División en Defensores de Belgrano, rival histórico de Excursio, donde además terminó retirándose.
No obstante, su máximo apogeo lo vivió en Huracán, donde integró el histórico equipo que fuera campeón en 1973, con compañeros como Miguel Brindisi y Carlos Babington, y la dirección técnica de César Luis Menotti.
Con la camiseta de la Selección argentina, jugó los mundiales de 1974 y 1978, en el que se consagró campeón con el Flaco sentado en el banco de suplentes.
Además, jugó en River, Independiente, AmaZulu de Sudáfrica y Colo Colo de Chile.
Fuera de las canchas tuvo problemas con la bebida, algo que incluso terminó en una pintoresca anécdota que se conoció varios años después de su retiro.
Con la camiseta del Globo, enfrentó a River en estado de ebriedad y se dio el lujo de convertirle un gol a Ubaldo Matildo Fillol para luego pedir el cambio.
Antes de ese encuentro, en los vestuarios lo ducharon y le dieron varias tazas de café para intentar mejorar su estado.
Junto a Omar Corbatta, fue considerado uno de los mejores wines de la historia del fútbol argentino.