BUENOS AIRES.- El turismo educativo se puede definir como el turismo que persigue el aprendizaje educativo como pretexto para realizar un viaje, ya sea el aprendizaje de conocimientos (históricos, culturales, sociales) o el aprendizaje de un idioma cada día más practicado.
La educación se ha valido del turismo como herramienta para complementar el aprendizaje, acumulando experiencias a partir de la práctica. Esta tendencia bien desarrollada y combinada con las nuevas tecnologías es una buena oportunidad para implantar esta forma de enriquecimiento cultural en la escuela primaria, obligatoria y en estudios superiores.
Viajes de escolares: se tratan de estancias cortas o medias dado que los alumnos son de baja edad. Suelen ser programadas por los docentes o sus padres mediante agencias privadas o mediante becas que los Ministerios de Educación facilitan. Pueden ser viajes para desarrollar conocimientos de otro idioma o culturales. La modalidad para aprender una lengua extranjera son cada vez más comunes dado su valor enriquecedor, ya que a una pronta edad los niños tienen con la mente más flexible que los adultos y por lo tanto mayor capacidad para aprender otro idioma.
Experiencias de estudios universitarios: existen diversos programas que facilitan la investigación de los estudiantes en un país dentro del marco común.
El sector turístico debe ser capaz de adaptarse a todas las necesidades de los demandantes. La sociedad demanda cada vez más turismo educativo y es muy importante saber dar respuesta a ese crecimiento e integrarlo a las nuevas generaciones para mejorar al máximo la experiencia cliente.
Para quién está buscando una experiencia de turismo educativo lo más importante que le puede aportar un viaje es aprender nuevos idiomas, complementar su formación, ampliar horizontes laborales y convivir con culturas diferentes, experiencias que no siempre se pueden comprar mediante un plan de estudio.
Lo primero que hay que conocer es el target al que dirigirse. Dejando aparte los viajes escolares, como norma general el perfil de turista que demanda turismo educativo es de una persona joven, normalmente de la generación millenials. En otras palabras, el consumidor al que dirigirse es un nativo digital que todavía no tiene cargas económicas y aprovecha las vacaciones para enriquecer su currículum y su propia vida personal.
Con este tipo de consumidor es imprescindible poner en práctica una estrategia de marketing digital capaz de dar respuesta a todas sus necesidades, ser visibles y sobre todo atractivos:
Tener presencia en los buscadores: si no nos encuentran los clientes ¿cómo va a tener ventas un negocio? Para no ser invisibles, es imprescindible contar con una buena estrategia SEO y optimizar al máximo los recursos para que los motores de búsqueda tengan en cuenta la web. Y por otra parte invertir en SEM, siempre contando con una formación previa para no perder tiempo y dinero.
Aprovechar las Redes Sociales: los millenials, como ya hemos comentado anteriormente, son nativos digitales y su rango de edad es que mayor porcentaje de uso de Redes Sociales presenta. Por esto, es imprescindible llegar a ellos mediante el medio que más usan.
Marketing móvil: actualmente casi todo el mundo posee un smartphone y los límites del roaming en Europa ya no son un impedimento para su uso libremente. Por ello, cada vez son más las consultas que se hacen mediante estos dispositivos desde buscar alojamiento, reservar un vuelo o consultar el tiempo. ¿No te parece más que suficiente para integrar el móvil en cualquier estrategia de marketing turístico? Fuente: Travel 2 Latam.