BUENOS AIRES (NA).- El dólar trepó ayer 28 centavos, a $20,83 para la venta, y marcó así un nuevo récord pese a que el Banco Central vendió USD 853,3 millones para contener la escalada del tipo de cambio.
Según un promedio realizado por la autoridad monetaria, la divisa finalizó a $20,29 para la compra y $20,83 para la venta.
Así, el peso se devaluó 1,36% frente a la moneda norteamericana en sólo un día y en medio de una renovada pulseada entre el Banco Central y el mercado.
Analistas señalaron que, a diferencia del miércoles, no hubo presencia oficial hasta mitad de la rueda, lo cual permitió que la volatilidad predominara en la plaza cambiaria.
El martes, el organismo que conduce Federico Sturzenegger había asegurado tener la «convicción de que una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de la política monetaria».
Además, había advertido que «de no evitarse, tendría el potencial de ralentizar el proceso de desinflación».
En el segmento mayorista, este jueves el dólar finalizó a $20,55, lo cual representó un incremento de 29 centavos respecto del cierre pasado.
Operadores calcularon que el volumen negociado en el segmento de contado llegó a USD 1.895,033 millones.
Estimaron que la demanda fue impulsada por cobertura a causa de la altura del mes y debido al nerviosismo en los mercados internacionales por la suba en la tasa de interés en los Estados Unidos.
También puntualizaron que volvió a impactar la entrada en vigencia de la retención del impuesto a las Ganancias que pagarán residentes en el exterior por el rendimiento financiero de operaciones con LEBACs, hecho que incentivó el desarme de posiciones en pesos.
El miércoles, el organismo había realizado una venta récord, al sacrificar USD 1.471,7 millones para poner un techo al dólar.
Al concretar la cuarta intervención consecutiva, el Banco Central resignó un total de 2.961,3 millones durante de la semana.
Economistas de la autoridad monetaria realizaron una publicación en el blog oficial y aclararon: «Así como la compra de reservas no implica una trayectoria insostenible de los pasivos, la venta de las mismas no representa una dilapidación de los activos».