USHUAIA.- El Tribunal Federal de Tierra del Fuego absolvió el viernes a la inspectora municipal de Río Grande Mónica Ojeda y al oficial Gustavo Franzen en la causa donde se investigaban un presunto contrabando de un televisor y unos escobillones sucedido durante el 2014.
Tanto Franzen como Ojeda llegaron a juicio por un hecho que se investiga del año 2014. Se presumía que ambos actuaban en combinación cuando la mujer compraba mercadería en Punta Arenas (Chile) y la dejaba en la ruta cerca de la frontera, mientras que el policía la recogía y la ingresaba al país en la caja de un patrullero, evitando los controles aduaneros.
En su declaración Ojeda había recordado que un tiempo antes, durante un control vehicular en Río Grande, fue atropellada por un hombre en estado de ebriedad y que como consecuencia sufrió fracturas en sus piernas.
Dijo que estuvo dos años sin trabajar y con ello sin poder hacer horas extras que le representaban un ingreso importante de dinero, y que por eso comenzó a hacer “changas” trayendo mercadería de Chile para vender.
Por su parte Franzen sostuvo que Ojeda era su amiga, y que participó de la maniobra porque “la veía mal” y porque “trató de ayudarla”. Ambos se manifestaron arrepentidos de lo sucedido durante el juicio.
La causa juzgada por el Tribunal Oral Federal de Ushuaia llegó a la instancia del juicio luego de desecharse la posibilidad de “omisión de debate” que contaba con la aprobación de la propia Fiscalía.
Si bien aún no se conocieron los fundamentos de los jueces, no se descarta que efectivamente hayan tenido acabadamente probado que fue Ojeda la que compró efectivamente el televisor y los escobillones entre otras mercaderías en Punta Arenas, y que dicha acción no constituyó un “contrabando” sino una infracción aduanera, por lo cual sólo correspondería una multa de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).