Lo dijo la nutricionista Sofía Hodar, parte del equipo de Dieta Club Río Grande. Además, cómo empezar con los cambios de hábito para comenzar hoy a pelear con la obesidad, la enfermedad crónica más frecuente de los últimos años.
RIO GRANDE.- ¿Por qué es tan difícil bajar de peso y no volver a subir? Realmente, ¿lleva tanto tiempo y dinero cocinar y comer mejor? ¿Cómo se empieza el camino para llegar a un peso saludable? Éstas son algunas de las dudas que tienen las personas que deben bajar ‘sólo unos kilos de más. El equipo de profesionales de Dieta Club Río Grande, brinda en esta nota, algunas recomendaciones, para comenzar hoy a cambiar hábitos poco saludables, tanto en la alimentación como en la rutina diaria.
Cuando uno se decide a revertir años de malos hábitos alimentarios y sedentarismo, es necesario afrontar por lo meno dos cosas: “Primero, mucho miedo al cambio. Esto de asociar el cambio al todo o nada; pensar que si empiezo a hacer actividad física, tiene que ser todos los días, una hora por día. Nos ponemos grandes objetivos. O empiezo la dieta, y no comer más pizza, facturas, y qué hago los fines de semana. Y eso se puede hacer durante un mes, si estoy super motivada, pero a la larga no”, explicó Hodar.
Para sortear esa resistencia, y que el cambio sea sostenible, es Hodar recomendó empezar de a poco: “No estoy haciendo nada de actividad física, entonces, un día a la semana me voy a caminar. O empiezo por hacer las compras caminando. Poner objetivos más chicos. Si como cualquier cosa, y como muchas frituras, esta semana sólo me propongo no comer frituras”.
Hodar recalcó que la obesidad es una enfermedad crónica, por lo que el cambio debe ser gradual, y permanente: “A mí no me sirve de nada que mientras mis pacientes estén en tratamiento, hagan todo al pie de la letra, que no se den ni un gusto el fin de semana, porque el cambio no está. Bajan diez kilos y recuperan quince. Porque el aprendizaje no está. Sí, seguí el plan de alimentación que me dieron, pero no aprendí nada. El tema es aprender a manejar, a controlar mi enfermedad”, insistió la nutricionista.
A pesar de las dificultades que se pueden afrontar, Sofía Hodar, sostuvo que el aprendizaje, el cambio, y llegar a un peso saludable, es posible: “Yo lo que veo que comparten las personas que han logrado el cambio es no querer el resultado ya. Los tratamientos fracasan cuando uno ya, quiere ver el cambio. Por ahí me pasa mucho con pacientes que llegan y me dicen que quieren bajar de peso para tal evento, o ya sacarse 10 kilos de más. Pero lo lógico es pensar que si en diez años, aumenté 20 kilos, en dos meses no los voy a bajar. Hay disminuir un poco esa ansiedad de querer que sea ya, porque cuando tiene la predisposición a subir de peso, lo que se adquiere durante el tratamiento, tiene que durar para toda la vida. Si no bajo los kilos, pero después los vuelvo a subir de la misma manera. Hay que tomarlo como un tratamiento a largo plazo. A veces me dicen: ‘solo bajé 200 gramos en una semana, fracasé’ y no, bajaste 200 gramos. Algún cambio incorporaste”, explicó.
Otra parte del tratamiento además de la alimentación y el ejercicio, tiene que ver con rehabilitar el cuerpo, aún a un nivel estético. En este aspecto, trabajan Yanina Pisano, y Lorena Sacayan, esteticistas.
Primero, la persona que llega, debe completar una planilla, en base a la que se determina el tipo de tratamiento: “A veces, nos dicen que prefieren trabajar el abdomen, o las piernas, y nosotros vamos diciéndoles qué es lo que más les conviene. Esto también es un proceso, un tratamiento prolongado. Siempre destacamos que nosotros no hacemos milagros”, explicó Yanina Pisano.
El tratamiento que realizan Yanina y Lorena, incluye trabajo con aparatos específicos, pero masajes reductores, que se hacen maniobras manuales: “Lo principal para nosotras es que la persona lo vea como algo más que sólo estético, que venga, se relaje, lo disfrute”, explicó Lorena Sacayan.
Aunque hay casos específicos que necesitan llegar a intervenciones más complejas, la mayoría de los casos que tratan habitualmente son mas sencillos: “Es importante que la gente entienda que no son tratamientos invasivos, todo lo contrario. Si la persona descendió mucho de peso, y tiene muchos colgajos de piel, seguramente se lo deriva a un médico para ver la posibilidad de una cirugía estética. Pero si nosotros con la estética podemos modelar a esa persona, de una forma más natural, se lo aconsejamos. Porque el cuerpo es maleable, se puede modelar a través de estas maniobras, es algo que lleva tiempo, pero se ven los resultados”, dijo Lorena.
“Los aparatos tampoco son lo principal. Nuestro fuerte es el trabajo en forma manual. A veces, utilizamos como simbolismo el momento cuando baldeamos el piso: Nosotros, con el agua, removemos toda la mugre que por ahí queda pegada, o en los rincones. Al masajear es similar. Nosotros estimulamos el sistema linfático, favoreciendo que mucha de la grasa acumulada se elimine a través de la orina, por ejemplo. Nosotros ayudamos a un proceso natural”, compararon las esteticistas.
En el equipo de Dieta Club, además, se trabaja con el acompañamiento del profesor de Educación física Marcos Cayata, y la licenciada en Psicología Jimena Frenda “La actitud que yo tenga ante el problema que se me presenta es fundamental. Cuando yo decido que voy a hacer algo, tiene que ser desde un lugar optimista. Si mi pensamiento es negativo, mis emociones son negativas, mis acciones no van a ser diferentes”, explicó Frenda.
El próximo viernes 1º de junio a las 14:00. Dieta Club Río Grande, realizará un taller gratuito de cocina saludable. La capacitación estará a cargo de la licenciada Sofía Hodar, para mayor información, visitar la página de Facebook www.facebook.com/DietaClubRioG/ o comunicarse al teléfono al 302617.