Lucy es, como dice su DNI, una mujer trans. Además, es estibadora del puerto de Ushuaia. La empresa para la que trabajaba la echó por su condición de género. Hace año, espera que el Ministerio de Trabajo intervenga. Recientemente, presentó un amparo ante la justicia en reclamo por el rechazo a su identidad de género.
RIO GRANDE.- Lucy venía trabajando desde hace siete años en el puerto de Ushuaia, como estibadora. Hace aproximadamente cinco, comenzó una transformación para mostrar evidencias de su identidad autopercibida hace tiempo, como mujer. Cuando finalmente, pudo trasladar su identidad de mujer trans a su DNI, la echaron del trabajo.
A partir de ese momento, comenzó la persecución. A Lucy le dijeron que no podía realizar sus tareas habituales, porque en el puerto no había mujeres estibadoras; que es la identidad que figura en el documento de Lucy.
Actualmente, Lucy se encuentra en un litigio legal; y sigue sin poder trabajar desde hace un año. La empresa para la que trabajaba como estibadora, se llama Trasmar S.R.L. Lucy levantaba cajas, cargaba los bracos, armaba palets, y realizaba otras tareas desde hace casi siete años.
“En septiembre de 2017 la dejaron de contratar, luego de presentar su DNI con la identidad como mujer. Desde la empresa sostuvieron que no contratan personal femenino, argumentando que la normativa negaba la posibilidad de inscribir estibadoras en el Puerto de Ushuaia, hecho que fue desacreditado en el marco del expediente laboral iniciado por la denuncia de la trabajadora. Tampoco esto constituye un obstáculo para este caso particular, puesto que la identidad trans de la trabajadora, no puede juzgarse binariamente desde las identidades hombre-mujer, establecidas en normas arcaicas, siendo que la estibadora venía realizando su trabajo hacía seis años, habiendo demostrado idoneidad, y su identidad como mujer ya la autopercibía, hecho que tiene protección legal en el artículo 12 de la Ley de Identidad de Género”, explicó en un comunicado La Hoguera, asociación que viene acompañándola desde que tomó conocimiento del conflicto.
La Hoguera recalcó además, que su desvinculación con la empresa, hace más de un año, Lucy concurrió a todas las dependencias públicas para obtener asistencia: formuló denuncia ante el INADI por discriminación laboral; fue asistida por la Secretaría de la Mujer, desde donde enviaron un telegrama denunciando el accionar discriminatorio de la empresa; por su parte, la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, también denunció la situación como un hecho discriminatorio; finalmente, la Dirección de Políticas de Género provincial denunció la situación ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la provincia, solicitando la nulidad del despido por discriminatorio -en virtud de la identidad de género de la estibadora-, y la consecuente reinstalación en su puesto como estibadora, teniendo en cuenta la aptitud laboral e idoneidad, durante los seis años en los que venía realizando dicha tarea en la empresa que luego la despidió.
“La excusa es el cambio de DNI, pero la razón es la discriminación a una travesti. Es transfobia, porque no nos quieren ver, no nos quieren ver, nos quieren sacar del trabajo”, sostuvo Lucy.
El Ministerio de Trabajo no dictó resolución alguna, lo que motivó a la mujer travesti a iniciar acciones legales contra la cartera laboral, y contra la empresa Trasmar SRL. Junto a otras organizaciones, luego fue presentada una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia del Trabajo, con el objeto de lograr la reinstalación en la misma modalidad contractual que venía desarrollando.
“Si bien el trabajo es eventual, la demanda se basa en antecedentes que consideran que se dan las condiciones para tener una expectativa de ser contratada cada vez que se presenta el trabajo eventual (estiba a cargo de la empresa), por la continuidad y permanencia como estibadora”, explican desde La Hoguera.
En el escrito también solicitaron una reparación por el daño moral sufrido por el despido discriminatorio, reclamando el pago de los salarios no cobrados, más un porcentaje de resarcimiento. Es la empresa la que tendrá que demostrar la legalidad de su conducta, ya que la identidad de género no hegemónica que motiva el despido constituye lo que en derecho se llama “categoría sospechosa”, lo que invierte la carga de la prueba.
Actualmente, la mujer travesti y transexual impulsó una medida cautelar para que el Juez laboral ordene su reinstalación, en su puesto laboral: “Tanto la empresa como el Ministerio de Trabajo debieron haber tenido especialmente en cuenta su condición de mujer trans, ya que, según datos del Sistema Internacional de Protección de los Derechos Humanos, la expectativa de vida de esta población es muy baja, justamente por la falta de acceso al empleo. Está demostrado que mujeres trans que no trabajan, mueren por condiciones socio económicas, y por explotación de todo tipo, incluida la sexual. Por eso decidimos acompañar a la estibadora que fue despedida. Esto nos lleva a reclamar otra vez, que el Estado garantice el cupo laboral trans a través de medidas de acción positiva”, expresó la organización.
Lucy, aseguró que sólo desea ejercer el derecho a trabajar, tal como lo venía haciendo independientemente del cambio en la identidad de género en el DNI que porta: “El cambio que yo hice mi persona, hace más de cinco años que lo hice. No es de un día para otro, es gradual. Y los compañeros los vinieron viviendo en el trabajo cada día. Algunos me criticaban, molestan; otros también son muy buena onda, me ayudan, y acompañan. Lamentablemente la sociedad no está preparada para aceptarnos. Pero yo no me voy a dejar faltar el respeto, porque nunca lo permití. Yo soy una mujer, y soy travesti. Esa mi identidad, y no va a cambiar”, enfatizó.