BUENOS AIRES (NA).- El Gobierno, la Superliga y los 26 equipos integrantes de la Primera División acordaron iniciar las pruebas piloto para el retorno del público visitante en el fútbol argentino, según anunció ayer el director nacional de Seguridad Deportiva, Guillermo Madero.
De todas formas, Madero aclaró que la medida será limitada, ya que solo la mitad de los clubes de la máxima categoría del fútbol argentino aceptarán el ingreso de visitantes en su estadio por cuestiones de capacidad y economía.
De hecho, entre los que optaron por el “No” se encuentran los cinco clubes denominados “grandes” -River, Boca, San Lorenzo, Independiente y Racing-, quienes suelen completar con sus propios socios las butacas disponibles.
Así termina una prohibición impuesta para frenar los sucesos de violencia en los estadios del fútbol argentino, que contabilizan 90 muertos en la última década, pero que bajó considerablemente en las últimas tres temporadas.
Pese a la prohibición, los clubes -principalmente del Interior- se las ingeniaron para vender entradas “neutrales” cuando enfrentaban a los rivales de mayor convocatoria.
Hasta el momento, en forma “legal”, sólo los torneos de verano, la Copa Argentina y las copas internacionales permitieron el ingreso de ambas parcialidades.
Según detalló Madero en una entrevista con la agencia internacional AFP, las entradas serán vendidas por la propia Superliga y no más por los clubes, y sólo se ofrecerán a quienes soliciten, gratis, su tarjeta de identificación que, al igual que en el Mundial de Rusia, se llamará FanID y será validada por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
“El Fan ID es la herramienta para terminar con la inseguridad en el fútbol. En Rusia fue la primera vez que se utilizó y funcionó de manera excelente”, explicó Madero.