NUEVA YORK (AFP).- El argentino Juan Martín Del Potro derrotó sin discusión al local Denis Kudla y avanzó ayer a la tercera ronda del US Open, en otra jornada con el calor agobiante como protagonista central.
Del Potro, tercer sembrado en el último Grand Slam del año, venció en sets corridos a Kudla por 6-3, 6-1, 7-6 (7/4) en una hora y 56 minutos de juego.
La Torre de Tandil, campeón del US Open en 2009, se medirá al ganador del partido que jugaban este miércoles el escocés Andy Murray y el español Fernando Verdasco.
“Me sentí muy cómodo a pesar de las condiciones climáticas y que él subió su nivel en el tercer set. Sentí un poco las piernas, pero logré imponer mi juego y ahora a descansar”, dijo Delpo tras el encuentro que se jugó con una altísima temperatura de 36 grados centígrados.
El US Open se vio además sacudido por las acusaciones de sexismo en la tercera jornada del último Grand Slam del año, que espera por el español Rafael Nadal.
Calor extremo
Por segundo día consecutivo, la organización decidió aplicar su protocolo de emergencia por el calor extremo y la alta humedad que asolan las pistas duras de Flushing Meadows, permitiendo a los hombres un descanso de 10 minutos entre el tercer y cuarto set y a las mujeres un parón idéntico entra la segunda y la tercera manga.
Y es que los termómetros llegaron a marcar este miércoles alrededor de 43ºC a la altura de la pista en el nuevo Louis Armstrong Stadium a las 12H00 locales (16H00 GMT), con una humedad superior al 60%, lo que provocó que en la víspera hasta cinco jugadores se retiraran oficialmente por golpes de calor, entre ellos el argentino Leonardo Mayer.
“(Los tenistas) presentan síntomas de principio de deshidratación y puede que calambres ligados al calor”, dijo a la AFP el médico Robert Glatter, especializado en deporte.
La fatiga y los vértigos son otros de los síntomas relacionados con los golpes de calor, según el doctor. En los últimos días, varios jugadores aseguraron sentir mareos y algunos como el español Roberto Carballés incluso vómitos.
Mayer fue el más claro tras tener que retirarse ante el serbio Laslo Djere el martes.
“No me iba a morir dentro de la cancha, no da para eso (…) Creo que no hay que jugar más a cinco sets porque hasta que no se muera alguien no van a parar, es imposible”, señaló visiblemente molesto.