LONDRES (AFP).- La número uno del tenis mundial, la estadounidense Serena Williams, ganó su sexto título en Wimbledon (su 21er Grand Slam), al derrotar ayer en la final a la española Garbiñe Muguruza por un doble 6-4.
La pequeña de las hermanas Williams, de 33 años, está a un solo título de Grand Slam del récord que tiene la alemana Steffi Graff (22) y podría ganar los cuatro grandes en un mismo año si se impone en el Abierto de Estados Unidos.
Pese a graves problemas con su servicio (ocho dobles faltas y sólo un 54% de bolas al primer servicio), la estadounidense volvió a marcar diferencias gracias a su potencia y a una mentalidad sin igual.
Superada al inicio del partido, Muguruza llegó a dominar por 4-2, pero entonces se puso en marcha la maquinaria norteamericana y arrolló a la española, ganando el primer parcial y colocándose 5-1 en el segundo.
Con dos breaks en contra, Muguruza reaccionó y recuperó los dos servicios, aunque acabó inclinándose por 6-4, víctima de sus propios errores en los momentos decisivos.
Djokovic y Federer repiten en hombres
El vigente campeón Novak Djokovic y Roger Federer se volverán a encontrar hoy en la final de Wimbledon, pero el resultado es aún más incierto de lo que era hace un año.
El suizo, en una forma magnífica, llega al partido decisivo con la moral por las nubes tras el recital ofrecido en semifinales ante el británico Andy Murray.
Como en 2014, la final opondrá el estilo ofensivo del jardinero Federer contra el mejor resto del circuito, el del serbio. El año pasado, Djokovic acabó llevándose en cinco sets un duelo apasionante (6-7, 6-4, 7-6, 5-7 y 6-4).
Los dos jugadores tienen un rendimiento desigual en finales de Grand Slams: Con ocho títulos en 16 finales, Djokovic sólo ha ganado la mitad de las finales disputadas en torneos grandes y ya perdió la última, en Roland Garros, ante el suizo Stan Wawrinka.
Federer es más eficaz, con 17 títulos grandes (récord en el circuito masculino) y ocho finales perdidas.