Se trata de uno de los pocos intentos de asesinato reportados en el continente blanco. Sucedió semanas atrás pero trascendió hace pocos días, cuando el autor fue arrestado al arribar a su país. Por la gravedad de la herida, la víctima fue trasladada a Punta Arenas donde se le realizó una cirugía y ya fue dada de alta.
BUENOS AIRES.- Un integrante del equipo de investigación de la base rusa Bellingshausen, en la isla antártica del Rey Jorge, fue arrestado en el aeorpuerto de Púlkovo de San Petersburgo (Rusia) por haber apuñalado a un compañero en la instalación científica tras sufrir un aparente colapso emocional, informó la agencia RIA Nóvosti.
El ataque ocurrió el pasado 9 de octubre en el comedor del centro de investigación, cuando el ingeniero Serguéi Savitskiy comenzó a asestar golpes con un cuchillo a otro integrante de la expedición sin ningún motivo aparente.
La víctima Oleg Beloguzov, de 52 años que se desempeñaba como soldador en la instalación, fue transportado de urgencia a un hospital en Chile por vía aérea en estado grave con una herida cortopunzante en el pecho.
Tras el suceso, Savitsky se entregó al comandante de la estación -quien ejerce las funciones y la autoridad del Gobierno ruso en el lugar- sin oponer resistencia. El agresor asumió la responsabilidad de sus hechos y fue recluido en una habitación separada hasta poder ser enviado a Rusia.
Tanto Savitsky como su víctima llevaban más de seis meses en la base antártica -cuya población varía entre 25 y 38 personas en invierno y verano, respectivamente- de modo que el violento incidente pudo haber ocurrido como resultado de una creciente tensión causada por convivir durante un extenso tiempo en un espacio tan confinado y aislado.
Savitsky fue acusado de intento de homicidio y permanecerá bajo arresto domiciliario hasta el 8 de diciembre mientras las autoridades investigan lo sucedido.
Alta médico
Tras recibir las primeras atenciones en la base, Belugozov llegó al Hospital Clínico de Punta Arenas en estado grave, con una anemia severa y con la presión baja. “El paciente pudo haber muerto en la base antártica o durante el traslado, pero por esas cosas de la vida resistió el traslado, nosotros lo operamos, le cerramos la herida y se le entregaron las atenciones necesarias”, explicó el doctor José Ignacio Iñíguez, jefe de la Guardia de Emergencias a La Prensa Austral.
El científico recibió el alta médico el jueves tras lo cual viajó a Santiago, para luego volar a San Petersburgo, en Rusia.
Según consigna la prensa internacional, este es uno de los pocos intentos de asesinatos reportados en la Antártida y dejó conmocionada a la comunidad científica.