El Ministerio de Trabajo de Nación convocó al Centro Empleados de Comercio para una reunión el viernes último, pero los notificó 24 horas antes. Imposibilitados de viajar a Buenos Aires, pidieron se aplace la reunión. Mientras, la atención al público es normal en las cuatro sucursales locales dado que las medidas de fuerza fueron “suspendidas”.
RIO GRANDE.- El conflicto laboral en Supermercados La Anónima que derivó en piquetes y protestas en las cuatro sucursales de dicha firma en Río Grande, entró en compás de espera producto de la imposibilidad material del Centro Empleados de Comercio (CEC) de asistir a la audiencia de partes convocada por el Ministerio de Trabajo de Nación en Buenos Aires.
Citados para reunirse en Buenos Aires el pasado viernes a la mañana -y habiendo sido notificados el jueves- las autoridades del gremio mercantil solicitaron al Ministerio de Trabajo de Nación se aplace el encuentro.
“Como es de público conocimiento, esta entidad gremial se encuentra a poco más de 3 mil kilómetros de distancia del domicilio fijado para la audiencia, situación que hace imposible viajar en los plazos que esta cartera laboral nos indica y menos en estas fechas de celebraciones de fin de año”, asegura la nota remitida por el CEC al Ministerio de Trabajo de Nación.
La cartera laboral nacional hizo lugar al pedido, pero aún no fijó fecha para ese postergado encuentro. Mientras tanto, la medida de fuerza de los trabajadores sigue “en suspenso” y la actividad en las cuatro sucursales de La Anónima es normal.
Cronología del conflicto
18 de diciembre: Daniel Rivarola, secretario adjunto del CEC, confirma en declaraciones a Radio Fueguina que “hay situación de conflicto” con La Anónima por la negativa a actualizar el bono de fin de año. “De persistir esta actitud, vamos al paro”, amenazó.
21 de diciembre: Los trabajadores de las cuatro sucursales de La Anónima deciden declararse en esta de asamblea permanente. Ello resiente la atención al público, únicamente en la ciudad de Río Grande dado que en Ushuaia se aceptaron las condiciones impuestas por la empresa.
22 de diciembre: Se decreta paro por tiempo indeterminado. “Estamos buscando que esto se resuelva, pero hasta que no se resuelva seguiremos con la medida de fuerza; además, la empresa ha manifestado amenazas por despidos y suspensiones”, denunció Rivarola.
23 de diciembre: Acompañados por un escribano, las autoridades de La Anónima proceden a suspender a 19 trabajadores. Lejos de amedrentar a los empleados, la protesta se agudiza y salvo algunos casos aislados, los trabajadores sostienen el paro.
24 de diciembre: “Nos mandan gente a los piquetes que nos insulta, nos invitar a pelear. Entran al supermercado y salen llevándose un solo producto en la mano. Es todo a propósito”, denunció Rivarola. El paro sigue firme y las ventas en las sucursales caen drásticamente.
26 de diciembre: Aparece el Ministerio de Trabajo de Tierra del Fuego. Mediante notificación, el área de Relaciones Labores exhorta a La Anónima a cumplir con el pago del bono “actualizado”. CEC suspende la medida de fuerza y pide negociar las suspensiones.
27 de diciembre: El Ministerio de Trabajo de Tierra del Fuego declina la vía administrativa y traslada las actuaciones al ámbito de Nación, que convoca a audiencia para el día siguiente. El CEC se excusa y pide suspensión del encuentro, para el que debe fijarse una nueva fecha.