Fernando Gonzalo Silva Cáceres fue el joven que el martes a la noche se arrojó del puente General Mosconi, quien se sumó a Mauro Vargas y, al igual que este último, también era empleado municipal y tenía tan sólo 30 años de edad. En los rastrillajes a pie, agentes del Municipio prestan colaboración, tras la salida laboral.
RIO GRANDE.- Finalmente tras el cierre de la edición de ayer la Policía Provincial confirmó por distintos indicios que el hombre que se arrojó del puente Mosconi en la noche de martes era Fernando Gonzalo Silva Cáceres, un empleado municipal de 30 años.
La identidad del desaparecido quedó a la luz inmediatamente a partir de lo sucedido, ya que casi en forma simultánea la comisaría Segunda receptó la denuncia de una mujer que reside en la zona de Intevu, dando cuenta que su expareja le había enviado un mensaje anunciando que presuntamente se iba a suicidar.
Cuando las comisarías cruzaron información, el hecho ya se había consumado, constatándose que se trataba de una pareja que había terminado hacía tiempo y que, de hecho, tuvo una relación traumática que derivó en secuelas judiciales por las que hasta hace poco tiempo pesó una medida de prohibición de acercamiento del hombre hacia la mujer.
La medida judicial se venció en los últimos tiempos, por lo que Silva Cáceres intentó retomar la relación pero esto no fue correspondido, lo cual quedó plasmado como uno de sus motivos en la última nota que dejó en un cuaderno hallado en el puente.
Asimismo ayer se confirmó que el celular era propiedad de esta misma persona, el cual quedó resguardado para ser peritado, así como también el manojo de llaves que se determinó correspondían a su vivienda, por lo que ayer fue entregado a los padres de la víctima.
Sin novedades
Más allá de que las investigaciones en ambos casos se centran en determinar fehacientemente la identidad de los buscados y descartar cualquier inducción al suicidio, sobre lo cual no hay ningún tipo de elemento que así lo haga sospechar, los principales esfuerzos ahora se abocan a la búsqueda.
Ante ello ayer personal de la comisaría Primera que entiende en el caso de Silva Cáceres, y de la comisaría Cuarta que entiende en el caso de Mauro Vargas, realizaron rastrillajes infructuosos, con la colaboración de Defensa Civil y Prefectura.
Además de la navegación del río en los horarios que la marea lo permite, se realizaron recorridas por toda la costa de la ría así como en el litoral marítimo, sin novedades, acudiendo además a distintos llamados dando cuenta de presuntos “bultos” en el agua que solían ser bloques de hielo que bajan por el río.
