RIO GRANDE.- La presidenta del Superior Tribunal de Justicia, jueza María del Carmen Battaini, tomó juramento este miércoles a los jueces Fernando Hugo González Cárcamo y Marina Montero; quienes asumieron la titularidad de los Juzgados de Primera Instancia de Familia y Minoridad número 1 y número 2, respectivamente.
Con la jura de ambos Magistrados se regularizó el funcionamiento de ambos Juzgados, que quedaron vacantes por más de un año, luego de la decisión de los doctores Susana del Valle García y Pablo Duarte de Gouvea de renunciar a sus cargos para acceder al beneficio jubilatorio.
La salida de ambos jueces, en forma simultánea, hizo resentir el funcionamiento de dos Tribunales que tienen a su cargo la tramitación de causas sensibles, por tratarse de situaciones relacionadas con vínculos familiares y donde muchas veces existen menores que son perjudicados por el comportamiento de adultos.
Perfil especial
Al hacer uso de la palabra, la jueza María del Carmen Battaini destacó que el rol de Juez de Familia y Minoridad no es nada sencillo. Al respecto reflexionó: “Todos sabemos que para ser juez de familia se necesita tener un perfil especial. No cualquier abogado o funcionario puede ser juez de familia. Debe tener algo diferente a los demás, una sensibilidad especial que va más allá del derecho”.
Puntualizó además que “dicen que los libros, los paraguas y las mentes si no las abrimos no cumplen su función. En el juez de familia ese paradigma debe ser una constante” y destacó que los nuevos jueces Fernando Hugo González Cárcamo y Marina Montero “están ampliamente capacitados para cumplir con ese rol”.
Cabe indicar que en la jura de los nuevos jueces estuvieron los renunciantes Susana del Valle García y Pablo Duarte de Gouvea.