Mayra Mansilla, es una campeona que pisa fuerte. Desde los 5 años zapatea, y ni aún entonces soñaba con ser campeona en una actividad hasta ahora, reservada para los varones. La semana pasada brindó una capacitación, en la ciudad, junto a los organizadores del certamen nacional de malambo femenino.
RIO GRANDE.- La semana pasada se realizó en el Centro Cultural Alem, la primera capacitación en preparación del selectivo para el segundo Campeonato Nacional de Malambo Femenino.
El curso intensivo, se dictó del 6 al 8 de marzo y estuvo a cargo de los profesores Ivana Carrazco, José Luis Báez, y Mayra Mansilla, Primera Campeona Nacional de Malambo Femenino.
“Yo la verdad, no soy más que nadie. Sólo quiero que vean eso. El día que fui a Córdoba a competir, yo no sabía lo que iba a pasar; cómo iba a ser. Tuve que juntar todo lo que tenía para llegar a los 9 mil pesos que me costaba viajar”, les dijo a las chicas que asistieron al curso, la campeona; para ella, es claro que la pasión y el trabajo son lo único que importa.
Desde los 5 años que Mayra zapatea, aunque cuando no había un espacio dónde se pudiera mostrar de forma profesional. En su Tucumán natal, es muy común el malambo femenino, pero siempre en contrapunto: una mudanza, y un final. Nadie quería ni hablar de un certamen solo para mujeres.
Hoy, 20 años después, se coronó como la primera campeona, en Carlos Paz, Córdoba.
“Fue el 13 de octubre de 2018. Me comencé a preparar dos meses antes porque tampoco sabía dónde iba o de qué se trataba el campeonato. Hoy te puedo decir, que el haber participado, y ganado, es algo colmó inmensamente mis expectativas, estoy totalmente asombrada. También, por estar acá, y en diferentes provincias dictando capacitaciones. Ver que viene gente hasta de Uruguay a tomar este curso, y hasta donde llegamos la verdad es maravilloso. Como poder estar acá en Tierra del Fuego”, expresó Mayra.
El 19 de abril, Mayra será jurado en Bolivia, en un circuito de Malambo y chacareras. La idea es llevar las capacitaciones a todas las provincias; pero también la campeona, dicta clases mientras está en casa.
En cuanto a la polémica que generó en el ambiente, ver a las mujeres zapatear tan abiertamente, Mansilla reconoció: “La verdad que es un tema muy delicado. Con el que tuve que remar durante muchos años, porque la verdad que todo el mundo sigue pensando que las mujeres no zapatean. Pero si te ponés a ver las situaciones de hoy, de la vida… hoy las mujeres trabajan, la mujer construye su propia casa; hace todo lo que pensaba que no se podía hacer. Porque realmente, qué nos diferencia, somos el mismo organismo. Hay cosas que, al zapatear, nos permitimos más, como el jugar con la sonrisa, la coreografía, las entradas, nuestros vestuarios. Cosas que el hombre no puede hacer”, explicó.
La profesora Ivana Carrazco, coincidió con la campeona, y un poco entre risas contó: “Realmente, tuvimos que aguantar mucho esto de ‘no puedo ver a una mujer zapateando porque me hace mal’. Antes era sólo un rubro dentro de un festival. Pero ahora es todo un torneo, sólo para la mujer. No tenemos en concurso común a las mujeres de 9 años, de 15, de 20. Ahora tenemos todas las categorías, tenemos conjunto de malambo, dúo de malambo mixto, y concurso de danza femenina”, dijo.
Tanto Mayra, como Ivana y José Luis están de acuerdo en que la principal diferencia entre el malambo masculino, y femenino es lo tradicional y lo contemporáneo: “En el caso de la mujer, es la mujer actual la que zapatea, no estamos representando ningún malambo tradicional. Si hay figuras, mudanzas de malambo, pero estilo propio. La ropa tampoco es tradicional, y cosas que son contemporáneas”, explicó la profesora Carrazco.
“La base es la misma, pero es totalmente diferente al malambo masculino. Primero es contemporáneo, la mujer zapatea como se siente hoy. Pero, además, no se puede tapar el sol con la mano. Las mujeres vienen avanzando en actividades como fútbol, boxeo, que antes eran impensadas. Porque no vamos a disfrutar de una manifestación cultural como el malambo que la desarrollen las mujeres. A parte que es una danza apasionante, cuando empezás a zapatear no podés dejar de hacerlo. Es inevitable que las mujeres deseen zapatear, competir, y ser la campeona nacional de malambo femenino”, acordó el profesor.
Ambos especialistas, destacaron lo rápido que creció el deseo de participar desde el primer festival en 2018, para chicas y mujeres de todo el país: “Estamos muy agradecidos de estar acá, y muy agradecidos a la Secretaría de Cultura de la ciudad, que lo hizo posible”, recalcó Báez.
Ximena, una joven que asistió a la capacitación expresó: “Es la primera vez que tenemos sede este campeonato. Y es importante porque nosotros como provincia no tenemos muchas competencias. O mucha gente que nos jure, y medirnos con otros competidores. Y otra de las cosas, la capacitación. Estamos muy lejos, y a veces se hace complicado viajar, así que, que vengan a capacitarnos, es algo buenísimo, porque siempre algo tenés para aprender”.
Camila, otra de las asistentes al curso también dijo: “Tuve mucho aprendizaje sobre las técnicas. Pero también valores, la profe es muy humilde. Ella dice que no la tomemos a ella como ejemplo ni nada, pero para mí realmente es un ejemplo de mujer, y de malambista#.
Los profesores Carrazco y Báez, además con los organizadores del Campeonato Nacional de Malambo Femenino: “Estamos felices de estar en esta hermosa ciudad; de encontrar en Tierra del Fuego y en Río Grande, tanto potencial en malambo femenino, es realmente lo que buscamos. Queremos que las mujeres se entusiasmen, para que esta movida llegue a todas las mujeres del país. Nosotros ahora trajimos algunas herramientas, para que entonces las trabajen y puedan llegar al selectivo que se va a hacer acá, y vamos a volver”, dijo Báez.
Mayra, en tanto, expresó: “A veces todavía no caigo, porque soy una persona muy de perfil bajo. En un certamen, como jurado, me pasó que una nena vino al saludarme se puso a llorar, y no tenía más de 7 años. Y realmente, es algo que valoro, el amor de las niñas, los niños. Pero por esto hemos luchado. Por venir y ver hoy a 50 mujeres zapateando a la vez. Me voy llena de orgullo de ser mujer, y porque en Tierra del Fuego hay para trabajar. Feliz de ser malambista, sabiendo lo difícil que es para un folclorista, teniendo que pagar a veces para estar en un escenario. Realmente, agradezco a mi provincia, a mis profes, a los que me incentivaron a seguir, desde muy pequeña”, finalizó la joven.
20 años después, se coronó como la primera campeona