Recién en los últimos días comenzó a verse en las góndolas la leche marca “Apóstoles” que cuesta $46,17. Además hay restricción en la venta de hasta seis unidades. Tampoco hay acuerdo por cortes de carne.
RÍO GRANDE.- Los «Precios Esenciales» lanzados por el Gobierno para atemperar los efectos de la inflación en la canasta básica de alimentos no contemplan leche fluida en sachet para el interior del país.
A Tierra del Fuego comenzaron a llegar a los supermercados recién en los últimos días la leche «Apóstoles”. La descremada UAT de un litro costará $46,17 en nuestra provincia, $10 más que su versión en sachet que no llegará a la isla.
Aun así el precio es considerablemente menor que el de otras marcas como La Serenísima $65,40 o Tregar $57,80; incluso las versiones en sachet de la Serenísima que alcanzan los $57.
De acuerdo al relevamiento de la Secretaría de Comercio en las dos cadenas de supermercados de la provincia, el mayor porcentaje de disponibilidad de productos se registra en Río Grande. Sin embargo son reiterados los reclamos por faltantes en la góndola.
Asimismo, tampoco se logró para gran parte del interior del país un acuerdo por cortes de carne.
El secretario de Comercio, licenciado Adrián Lungwitz, indicó que “en Río Grande existe un 65 por ciento de cumplimiento en La Anónima y un 60 por ciento en Carrefour; mientras que en Ushuaia hay un 60 por ciento en La Anónima y un 37 por ciento en Carrefour”, dijo.
“Si bien no es un porcentaje bajo, aún dista mucho del 100 por ciento”, señaló Lungwitz y destacó que de los 62 productos que integran el listado del Programa Precios Esenciales en Tierra del Fuego “todos deben estar en la góndola a disposición del cliente, sin faltantes; y si el titular de la lista no está, debe haber un sustituto”, remarcó.
Nutrición
Investigadores de la Universidad Nacional de Comahue analizaron los productos incluidos en el plan Precios Esenciales lanzado por el Gobierno y advirtieron por su bajo nivel nutricional.
Los investigadores compararon los productos incluidos en la lista con las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), y señalaron que el 42,18% de los mismos son denominados ultraprocesados, de baja calidad nutricional. Los especialistas detectaron que aportan gran cantidad de sodio, azúcares y grasas trans.
Según publicó el diario La Nación, entre esos 29 productos hay galletitas dulces y saladas, cacao en polvo, rebozadores, mermeladas, yogures y postres, entre otros. El equipo de investigación sostuvo que “entre los ingredientes de los ultraprocesados se encuentran los aditivos (aglutinantes, cohesionantes, colorantes, edulcorantes, emulsificantes, espesantes, espumantes, estabilizadores, ‘mejoradores’ sensoriales como aromatizantes y saborizantes, conservadores, saborizantes y solventes) y nutrientes críticos en exceso como azúcares libres, sodio, grasas saturadas, grasas totales y ácidos grasos trans que están asociados a enfermedades como la malnutrición y cardiovasculares, entre otras».
«No se le está dando a la población un mensaje claro», dijo Delia Nin, del Grupo de Trabajo Comida y Saberes de la UNCo, que coordinó el equipo integrado, también, por Anabella Salomone, Yesica Arzamendia, Soledad Inestal, Luz Franco y Joaquín Perren, del Ipehcs-Conicet. El equipo agregó: «La desarticulación entre las políticas implementadas por el Gobierno es tan evidente que, al mismo tiempo que se comunican los problemas prevalentes en la población, se estimula el consumo de los alimentos que la evidencia científica ubica como uno de los principales responsables».
Asimismo, otro estudio realizado por la presidenta de la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (Fagran), advirtió que “al analizar el listado podemos concluir que casi el 40% de los denominados Productos Esenciales son alimentos de consumo opcional o bebidas con alcohol».
«Las GAPA se proponen alentar el consumo de alimentos variados de alta densidad de nutrientes (aquellos que proveen cantidades significativas de vitaminas, minerales y relativamente pocas calorías), también denominados ‘protectores’. Además, establecen valores máximos de consumo de alimentos de baja densidad de nutrientes agrupados como ‘de consumo opcional'», explicó Graciano.