Las integrantes de la Regional Tierra del Fuego de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito convocaron ayer a acompañar la presentación de un nuevo proyecto de ley. En esta presentación, que se realizó en el Congreso Nacional, en la ciudad de Buenos Aires y en más de cien ciudades de Argentina, las mujeres mostraron su apoyo.
RIO GRANDE.- Ayer, desde las 17:00, un grupo de mujeres se congregó para manifestarse a favor de la legalización y la despenalización del aborto. Además, fue presentado por octava vez el proyecto de ley creado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, en el Congreso Nacional. Las mujeres (junto algunos hombres también) cantaron, marcharon y pidieron a quienes se sientan en las bancas de las Cámaras de Diputados y Senadores que ninguna mujer tenga que volver a abortar en la clandestinidad.
“Venimos una vez más a defender nuestras vidas, a defender nuestro derecho, a defender nuestros deseos, porque entendemos que el aborto legal es vida y nosotras elegimos vivir…”, leyó Ana Villanueva, integrante de la regional.
En el documento elaborado para leer en el día de la presentación del proyecto, casi de manera simultánea se habló nuevamente de argumentos, razones y estadísticas: “Desconocer la existencia de abortos decididos a lo largo de la historia es desconocer una realidad que abarca edades, colores de piel, religiones y condiciones sociales”, siguió leyendo la militante.
Como dato se resaltó que en Tierra del Fuego hay, por lo menos, un aborto cada cuatro días. Este número, según compartieron, surge de la Red de Socorristas que acompaña a las mujeres y personas con capacidad de gestar en la provincia: “Mientras el Estado abandona y la iglesia condena, las socorristas acompañan… y este dato concreto, tan palpable y tan crudo, deja en evidencia que la ilegalidad del aborto no impide su práctica, pero sí pone en riesgo la vida de quienes abortan, sobre todo de las más jóvenes y las más pobres, leyó también la periodista y docente Florencia Basso.
Modificaciones al proyecto
Una de las modificaciones que se mencionó en el documento tiene que ver con pedir que se garantice la Educación Sexual Integral: “Además de tener derecho a elegir cómo y cuándo ser madres, tenemos derecho a una sexualidad plena y libre. Porque mientras nos sigan condenando a la clandestinidad, socavan nuestro goce y nuestra sexualidad”, decía el comunicado.
Por otra parte, se hizo referencia a que la decisión de interrumpir un embarazo es compleja, por lo que se incorporó al proyecto la exigencia de crear consejerías pre y post aborto, para asesorar y acompañar, si así lo quisieran, a las mujeres y personas con capacidad de gestar.
Las mujeres mencionaron también la falta de respuesta al petitorio elevado en febrero al ministro Ruckauf, para pedir que se concrete la distribución gratuita de anticonceptivos de emergencia en los establecimientos públicos de salud: “sabemos que hay clínicas privadas que lucran con el secreto y que lo pagan las pobres con la vida o con la cárcel. Sabemos que es un tema exclusivo de personas con capacidad de gestar y no de creencias religiosas, ni siquiera de la ciencia”, siguió leyendo Basso.
Luego dirigiéndose específicamente a los representantes que integran el congreso, concluyó: “Hoy le recordamos, que miles de niñas y jóvenes les miran con la esperanza de que pueda más su empatía que sus creencias personales”.