La obesidad infantil y en adultos viene creciendo de manera acelerada en Argentina, acompañando una tendencia mundial.
BUENOS AIRES.- A través del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación el gobierno busca frenar la epidemia de sobrepeso y obesidad en los chicos implementando un conjunto de medidas educativas, comunicacionales y regulatorias que ha demostrado evidencia científica para abordar el problema. El plan fue publicado ayer en Boletín Oficial.
El gobierno, a través del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, puso en marcha el Plan Nacional de Alimentación Saludable en la Infancia y la Adolescencia, Plan ASÍ, una iniciativa que tiene por objetivo consolidar una estrategia intersectorial y en distintos niveles jurisdiccionales para detener la epidemia creciente de sobrepeso y obesidad en niños, niñas y adolescentes 2019-2023.
“Estamos poniendo en marcha hoy una estrategia que va a tener un enorme impacto en la salud y el desarrollo de nuestros chicos, pero también y especialmente, que va a transformar el futuro de los argentinos, disminuyendo el sobrepeso, la obesidad y la carga de una serie de enfermedades crónicas asociadas a éstas como son las cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer”, indicó Adolfo Rubinstein, secretario de Gobierno de Salud de la Nación, tras la publicación ayer en Boletín Oficial.
Los objetivos estratégicos del Plan ASI son:
El fortalecimiento de la educación alimentaria y nutricional, y de la actividad física en referentes sociales multiplicadores, a través de estándares homologados como los que hoy proveen las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) de la Secretaría de Gobierno de Salud;
La sensibilización y movilización de la comunidad y de actores claves sobre la problemática del sobrepeso y la obesidad en niños, niñas y adolescentes (NNyA), desde un enfoque sociocultural de la comunicación, que contempla un conjunto de acciones de comunicación en medios masivos, redes sociales, materiales de campaña y eventos territoriales.
La promoción de una adecuada calidad nutricional en los programas con componente alimentario e incentivar sistemas alimentarios sostenibles a fin de proteger la salud y estado nutricional de los grupos poblacionales, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad en el país, evaluando las políticas existentes, y analizando la calidad nutricional de las mismas para promover diversas intervenciones para mejorarlas a partir de un diagnóstico adecuado.
Promover políticas a nivel nacional y subnacional que regulen los entornos y los productos para facilitar el cumplimiento de las pautas nutricionales y la promoción de la actividad física, basadas en los mejores estándares regulatorios internacionales.
Por último, un elemento clave para la gobernanza del Plan –establece la norma–, es la articulación con actores intergubernamentales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF y FAO, y otros actores no gubernamentales y académicos, en el marco de un consejo asesor.