Lucy, la mujer trans que reclama por su puesto laboral en el Puerto de Ushuaia, aún espera respuestas de parte del Estado. Desde hace siete años es estibadora y, además, está cursando la Licenciatura en Informática. Aún así asegura que no la dejan trabajar por su identidad de género.
RIO GRANDE.- Lucy, una mujer trans estibadora del puerto de Ushuaia volvió a denunciar que está siendo discriminada por su identidad de género. Con 33 años de edad, Lucy lleva unos siete años como estibadora y es la única tarea que ha desarrollado en estos años.
En setiembre del 2017 Lucy concluyó el trámite de cambio de nombre y género en su DNI: “Cuando me presenté en mi trabajo en el puerto con mi nueva identidad de género, con la actualización de datos en mis credenciales, me negaron seguir trabajando en mi puesto de trabajo. El capataz encargado de la maniobra de trabajo en el puerto me informa que la empresa logística Trasmar SRL no contrata mujeres”, relató.
La sospecha de Lucy siempre fue que en realidad estaban discriminándola no por ser mujer, sino por ser travesti. Debido a la gravedad del caso se hizo una denuncia de esta situación en el Ministerio de Trabajo y en el juzgado laboral. Se presentó un amparo judicial, como medida cautelar, pidiendo la reincorporación a su puesto laboral. En setiembre del 2018 el juez laboral Guillermo Penza dio orden a favor de Lucy, pidiendo a la empresa Trasmar su reincorporación. Pero en junio de 2019 otra vez comenzó a sufrir discriminación estando sin trabajar por más de dos meses. Esta vez, fue la empresa Logística Lech-Mar S.A. la que dejó de contratarla sin justificación alguna.
“Me han dejado fuera de mi trabajo. He vuelto a denunciar en el Ministerio de Trabajo y he enviado carta documento a dicha empresa pidiendo explicaciones de su accionar discriminatorio contra mi persona. Pero aun no he tenido respuestas de la misma. Y tampoco del Ministerio de Trabajo”, explicó Lucy.
“No hay tolerancia para nosotras. Cuando se habla de inclusión la sociedad se adapta muy fácilmente a incluir gente de diversas índoles. Pero cuando se trata de travestis, ahí nos dicen que no hay espacio suficiente, que está todo ocupado”, comentó Lucy.
Lucy trabaja en el Puerto desde hace siete años. Cinco años atrás comenzó su cambio de género de hombre a mujer y, según afirma, las persecuciones comenzaron desde ese momento.
“Tengo numerosas pruebas de esto que me está pasando, hice denuncias en derechos humanos porque los guardias de seguridad de mi trabajo me sacaban del baño de mujeres, tratándome en masculino. Por otra parte, algunos de mis compañeros de trabajo me hacen la vida imposible prohibiéndome violentamente que yo asista al trabajo como mujer. Argumentando que a ellos les da vergüenza mi condición de travesti, se quejan de mí numerosas veces a los jefes de trabajo: que yo no debo pintarme, no debo maquillarme, no debo usar ropa de mujer para ir a trabajar, porque es vergonzoso lo que estoy haciendo y no es normal”, detalló Lucy.
En este momento, Lucy está atravesando una delicada situación económica, como consecuencia de no poder ejercer la profesión que viene desarrollando ininterrumpidamente desde hace años: “Estoy debiendo 3 meses de alquiler de mi casa, he dejado mis estudios de Licenciatura en Informática porque no puedo pagarlos”, agregó la denunciante.
La referente de Red Diversa Positiva en Ushuaia, Érica Moreno, confirmó que tienen conocimiento de la difícil situación de Lucy y dijo además que ya están presentando reclamos ante las autoridades estatales, para que intervengan: “Lo que resolvimos fue primero presentar notas a los estamentos municipales. No sólo por el caso Lucy, sino por otros casos también. Y vamos a empezar a presentar un pedido, para que quede plasmado también, en la transición de gobierno, y el nuevo gobernador nos reciba, para que nos garantice algunos derechos. En el caso de Lucy ella no pide paliativos, no quiere que le regalen nada, ella sólo quiere conservar su fuente laboral. Sería ideal que la Dirección Puortuaria le dé una oportunidad laboral a Lucy. Ellos están al tanto de la situación y esto es una decisión política, el reivindicar derechos. Ellos tienen la posibilidad de hacerlo. Ni siquiera hace falta un cupo laboral trans, sería cuestión de pedir currículum y ver la capacidad”, dijo Moreno.
Lucy coincidió: “No soy la única travesti que sufre este tipo de vulneración de derechos, somos miles en todo el mundo y ninguna de nosotras es inmune; tenemos una estadística de vida que no pasa de los 35 años la gran mayoría de nosotras que ni llega a esa edad por la falta de inclusión real”.
“En el caso de Lucy, ella no pide paliativos, no quiere que le regalen nada, ella sólo quiere conservar su fuente laboral”, dijo la referente de Red Diversa Positiva Érica Moreno.
En Argentina actualmente rige la Ley Nacional 26.743 de identidad de género, pero tanto Érica como Lucy reconocieron que no alcanza: “Cuando Lucy presentó su DNI con su género autopercibido, comenzó la discriminación. Ya no le dieron más trabajo; antes servía y ahora no sirve porque presentó otro DNI. Es la misma persona, con la misma capacidad, la misma idoneidad y más de 7 años de experiencia. A ella lo que le dicen es que en el puerto, no toman mujeres. Sin embargo, hay cuatro mujeres trabajando en el puerto en diferentes tareas”, remarcó Érica Moreno.
“Nos siguen matando, nos siguen excluyendo y no hay tolerancia para nosotras. Cuando se habla de inclusión la sociedad se adapta muy fácilmente a incluir gente de diversas índoles. Pero cuando se trata de travestis, ahí nos dicen que no hay espacio suficiente, que está todo ocupado… y ese dolor que se siente en ese momento, no se lo deseo ni a mi peor enemigo jamás”, concluyó Lucy.