La defensa del sacerdote Cristian Vázquez de 39 años, condenado y detenido por tres episodios de abusos sexual a una menor entre finales de 2012 e inicios del 2013; presentó el recurso de casación a la condena dictada el 26 de junio por el Tribunal de Juicio en lo Criminal de Río Grande.
RIO GRANDE.- El doctor Javier Da Fonseca presentó el recurso de casación contra la condena dictada por el Tribunal de Juicio al cura Cristian Vázquez, de 11 años de cárcel, de manera que el expediente judicial sea elevado al Superior Tribunal de Justicia, para que revise si la misma se ajusta de derecho.
Vázquez fue condenado el 26 de junio por dos abusos simples y uno agravado por acceso carnal, todos agravados por tratarse de un ministro de un culto religioso, en perjuicio de una menor de 13 años. Incluso el Tribunal dispuso su inmediata detención, ya que hasta ese entonces había permanecido en libertad a lo largo de la causa.
La menor relató dos manoseos a finales del 2012 y que en enero de 2013 fue violada por Vázquez cuando había asistido a limpiar su casa, dado que el sacerdote había tenido una inserción íntima en la familia de la joven que asistía a la iglesia.
Más allá de estas consideraciones de la testigo, el fallo atendió a todo un plexo probatorio que acompañó y apuntaló el relato de la menor, con eventos que sucedieron entre los años que separaron la comisión de los hechos abusivos (2012 y 2013) y el momento de la denuncia (2016) .
Y es que hay todo un entorno familiar, afectivo, y escolar que denotó un cambio de comportamiento en la menor con mal desempeño académico, depresiones e intentos de suicidios, o comentarios aislados y sesgados que fueron ampliándose en forma progresiva hacia su círculo más íntimo.
Desde una borrachera con sus amigas en las que dijo entre lágrimas “el cura me violó”, cuando la denuncia penal ni siquiera estaba en sus planes, hasta el punto final en que la asistencia psicológica casi que intimó a la familia a llevar adelante la denuncia penal, cuando la menor decayó al haber visto a Vázquez en un oficio religioso, después de retornar a la provincia tras dos años de ausencia.
Cuestionaron los “prejuicios”
En los fundamentos de la sentencia dictada por el Tribunal de Juicio en lo Criminal, que fueron desarrollados por el juez Juan Varela, se cuestiona el alegato del defensor, considerando que estuvo “impregnado” en “prejuicios discriminatorios” que vertieron dos fieles de la iglesia respecto de la menor víctima de los hechos.
Los jueces cuestionaron el estándar de considerar que “hay mujeres que son violables por sus ocupaciones o por su historia sexual y por lo tanto no son creíbles”. Ante este alegato del abogado Da Fonseca, el Magistrado señaló: “Estos mitos sugieren que el comportamiento de las mujeres o su apariencia incentiva agresiones sexuales”.