Una huella que resulta clave

La huella de un calzado es una prueba que compromete a uno de los presuntos homicidas. Se trata de uno de los dos detenidos, Juan Ramón Gómez de 34 años, a quien vinculan al brutal homicidio de Gladys Moledo en su casa de la Margen Sur, a partir de una huella de calzado. Resulta que semanas previas fue detenido en un hurto donde se recabaron muestras con las características de su calzado.

Una vez más la labor pericial fue crucial en atar cabos para dar con uno de los implicados en el homicidio de Moledo.

RIO GRANDE.- El imputado Juan Ramón Gómez, actualmente procesado por homicidio doblemente agravado y detenido en la Unidad de Detención 1; es el que más comprometido se encuentra en la causa por el homicidio de Gladys Moledo.
Además de numerosos indicios que lo involucran, y otros resultados periciales que terminarían de confirmar su participación en el hecho; un detalle de un hecho menor cometido semanas antes, lo terminó de comprometer en los primeros momentos de la investigación.
La Policía en el relevamiento de huellas en la escena del crimen, obtuvo varias de calzados que nunca pudieron ser encontrados. Vale recordar que testigos dan cuenta que los imputados quemaron todas sus prendas de vestir para borrar evidencias.
Pero, la Policía Científica hizo un trabajo de cotejo con sus registros de huellas de calzados y uno de ellos pudo ser vinculado a un hecho ocurrido el 19 de agosto, done estuvo involucrado uno de los imputados: Juan Ramón Gómez.
En aquel hecho de agosto, Gómez fue detenido tras intentar hurtar un perfume del local comercial de La Anónima en la zona de la rotonda. En el marco de una causa de flagrancia, Policía Científica realizó una constancia de distintas señales e indicios de este sujeto para su archivo, entre ellos las características de la huella de su calzado.
Este elemento fue datado en el banco de huellas de pie calzado que posee la Policía Científica, siendo uno de los registros más completos en el país sobre este tipo de indicios científicos, que se utiliza para el esclarecimiento de distintos hechos.
En el caso de Gómez su calzado fue registrado con sus generalidades propias del modelo de la zapatilla, así como con sus particularidades, ya sean deformaciones o daños en la suela que dejan una impresión irregular y característica solamente de ese pie.
Estas particularidades fueron las que coincidieron en un 100% con uno de los rastros de pisadas encontrados en la escena del crimen de Gladys Moledo, y que más allá de la destrucción del calzado de los imputados, permiten establecer casi en informa indubitable, que Gómez estuvo en la escena del crimen.