RIO GRANDE.- Un grupo de siete motociclistas fueguinos ya se encuentra en la ciudad de San Miguel de Tucumán para competir en la 29º edición del Transmontaña, la mas importante de las competencias-aventura de largo aliento que se llevará a cabo del 11 al 13 de octubre en dicha localidad del noroeste argentino.
Los valientes que formarán parte de este gran clásico del enduro argentino, que integra la grilla estelar del ECS (enduro Clasics Series) siendo la última competencia PLATINO del calendario, son: Jorge Rodríguez y Nicolás Bazán; Guillermo Iglesias y Marcelo Giraudo; José Villegas y Germán Núñez, mas el ushuaiense Germán Cornejo, que competirá junto con el tucumano Mariano Robin.
Esta prueba, que es la única competencia en Latinoamérica que se compite en parejas y equipos, ya fue corrida por varios de los fueguinos que este año van en busca de una revancha personal. El Transmontaña fue la cuarta competencia de enduro mas concurrida del mundo y la mas numerosa del planeta en parejas el año pasado, produciendo su regreso a San Pedro de Colalao la temporada pasada, recuperando parte del trazado histórico que dio vida a este evento.
El Transmontaña además, ha sido el único evento incluido en el calendario FIM de Sudamérica de los últimos años, siendo una de las carreras más populares del mundo y única en su forma de disputa, a través de más de 130 kms. en medio de la vegetación y los pasadizos del monte tucumano.
Una nueva fiesta de proporciones se espera para este fin de semana en «El Cadillal», Tucumán, donde estará situado el epicentro de la competencia, esto es: la Expo Transmontaña durante los cuatro días, el prólogo el día sábado 12 y la llegada de la competencia el domingo 13.
Desde el 2016 cuando el Transmontaña rompió la marca de más de 1000 pilotos, el gran clásico del enduro argentino se sostuvo por encima de esa marca (alcanzando el récord de 1570 pilotos en 2017 como segunda carrera mas popular del mundo), en base a una permanente y constante evolución, sobre todo en las últimas ediciones en materia de seguridad y estándares cada vez mas altos de organización, a pesar de la inestabilidad económica del país y los avatares permanentes y propios de un evento de esta magnitud.