BUENOS AIRES (NA).- El presidente electo, Alberto Fernández, eligió Tucumán como escenario para reunirse, primero en un acto y luego en un almuerzo, con gobernadores peronistas del norte del país, intendentes del conurbano bonaerense, sindicalistas de la CGT y empresarios, en su primer viaje después de la elección del domingo pasado.
La excusa fue la ceremonia de asunción del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, donde también estuvieron sus pares Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan) y Gerardo Zamora (Santiago de Estero).
Se sumaron el vicegobernador de Santiago y senador electo, Emilio Neder; la vicegobernadora bonaerense electa e intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y el gobernador electo de La Rioja, Ricardo Quintela.
La nutrida comitiva de sindicalistas que llegaron a Tucumán estuvo integrada por el secretario general de la CGT Héctor Daer, Sergio Palazzo (La Bancaria), José Luis Lingeri (Obra Sanitarias), Roberto Fernández (UTA), Víctor Santa María (porteros), Omar Viviani (taxistas), Antonio Caló (metalúrgicos), Andrés Rodríguez (UPCN), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Julio Piumato (judiciales).
Entre los intendentes, además de Magario, concurrieron Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mario Ishii (José C. Paz), Gustavo Menéndez (Merlo) y Alejandro Granados (Ezeiza).
También se sumaron los diputados Fernando Espinoza, Daniel Scioli, y el diputado electo Sergio Massa.
En una de las primeras filas del teatro Mercedes Sosa estuvo sentado, siguiendo el acto, el diputado nacional Diego Bossio, cercano a Massa y vetado por Cristina Kirchner en la confección de las listas legislativas de este año.
Terminado el acto Fernández compartió un “almuerzo informal” con los invitados, la mayoría de ellos sindicalistas, según detallaron a NA fuentes gremiales.
Para ocupar la cartera laboral, que Fernández ya adelantó que elevará a rango ministerial, la persona elegida sería el exsuperintendente de Seguros de la Nación Claudio Moroni.