Testigo clave declaró que tuvo que “apartar” a la imputada de la víctima. Este es un detalle clave en la búsqueda de comprobar si la imputada Valeria Suárez Miranda tuvo “dolo homicida” en la agresión con un cuchillo, o si desistió voluntariamente de la agresión como venían diciendo los testigos hasta ayer.
RIO GRANDE.- Continuó ayer el desarrollo del juicio oral y público a Valeria Suárez Miranda, la mujer de 41 años imputada del delito de “homicidio en grado de tentativa” por el hecho sucedido el 5 de mayo pasado en perjuicio de Camila Abagnale de 22, a quien agredió con un cuchillo en Chacra II.
Ayer declararon dos vecinas, Milagros Garay y Graciela Escobar; la primera de ellas señalando que desde su ventana vio a un joven del barrio separando a ambas mujeres, en referencia al testigo Eric Mallón, quien dijo que solo había encontrado tirada ensangrentada a la víctima.
Escobar, madre del testigo Mallón, reforzó el testimonio de este señalando que su hijo llegó cuando la pelea estaba terminada, pero evidenciando a lo largo de su testimonio no querer comprometerse en la situación con lenguaje y gestualidad evasiva.
Finalmente el aporte más contundente se esperaba del testigo Javier Soto alias “Jota” quien acompañaba a la imputada al momento del hecho, quien si bien desconoció la participación de Suárez Miranda en una primera pelea minutos antes del hecho investigado, luego reconoció que fue testigo privilegiado de lo sucedido.
El testigo señaló que bajó del departamento de Suárez Miranda cuando ella bajó a pelear con Abagnale, quien le había apedreado una ventana, y que al llegar vio que estaban trenzadas en pelea ante lo cual “la aparté para atrás y le saqué el cuchillo”, refirió.
El aporte del testigo puede resultar importante para la fiscalía, ya que es uno de los principales y da cuenta de que la agresión con el cuchillo no finalizó por voluntad de la imputada que es la estrategia de la defensa para buscar cambiar la figura de “tentativa de homicidio”.
El juicio continuará hoy con mas testimoniales.