BUENOS AIRES (NA).- Acompañada por su abogado, diputados y dirigentes políticos y de derechos humanos, la expresidenta Cristina Fernández declaró ayer en Comodoro Py por casi cuatro horas, en las que se registraron momentos de tensión, ironías y acusaciones a los jueces del TOF 2.
A ocho días de asumir como vicepresidenta, Cristina arribó a los tribunales federales de Retiro pasadas las 9:30 y se retiró poco después de las 13:30, tras haber declarado sin contestar preguntas ante los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso.
“Este juicio forma parte también del lawfare, esto fue un plan ideado por el gobierno saliente”, acusó Cristina Fernández, al voltear su mirada en dirección a los miembros del TOF 2.
En ese momento, advirtió: “Se nota mucho lo que han hecho señores jueces, en serio se nota mucho”.
La exmandataria también ironizó sobre su rol en las maniobras que se investigan en este juicio por la obra pública de Santa Cruz.
“Soy jefa de cuatro asociaciones ilícitas, creo que no tuve tiempo para gobernar porque me la pasaba montando asociaciones ilícitas, dos de carácter familiar, dos de carácter público empresarial”, sostuvo.
Además, mostró su descontento con los jueces federales Claudio Bonadio y Julián Ercolini, este último quien elevó a juicio la causa conocida como “Vialidad”.
En la sala de audiencias estuvo junto a su abogado Carlos Beraldi, mientras que afuera se quedó el letrado Gregorio Dalbón, otro de sus defensores.