La Ley Nacional 26150, sancionada en 2006, establece en 11 artículos la importancia de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles educativos. Además, crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, que remarca la necesidad de capacitar a los docentes en la materia.
RIO GRANDE.- Terminó la primera semana de diciembre, y con ella, cerraron las las campañas de testeo masivo y difusión de mensajes para la prevención del VIH-SIDA. Desde el Ministerio de Salud, este año, confirmaron que los casos de VIH, como también de otras enfermedades de transmisión sexual, están lejos de disminuir.
Una de las herramientas previstas por el Estado, es la educación, y específicamente, la educación sexual.
Según la la ley Nacional 26.150: “Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”, según dicta el 1º artículo de dicha ley.
Además se establece la creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral son; con el fin de que la ESI forme parte de las propuestas educativas; con conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados. Además de promover una sexualidad responsable; prevenir problemas de salud sexual y reproductiva; y fomentar la igualdad.
La profesora Janet Russo da clases en establecimientos de educación secundaria y superior. En el Colegio Provincial Comandante Luis Piedrabuena, además es la referentes de ESI, y aseguran que si bien, la ESI comenzó a tener más peso en la escuela, aún falta mucho trabajo: “Yo trabajo en colegios de nivel secundario y cuando doy biología. Además en el colegio Piedrabuena, soy referente de ESI, entonces hacemos talleres abocados a los adolescentes, sobre sexualidad. El perfil de esa institución, y del referente de ESI es dar herramientas y apoyo a los docentes para saber como enseñar Educación Sexual Integral. Por ahí, cuatro horas en la semana es muy poquito, porque son solo 80 minutos a la mañana y 80 minutos a la tarde, con todo un plantel docente; y es difícil llegar a todos con las herramientas”, detalló la docente.
Si bien la ley, establece que la ESI es obligatoria e todos los niveles educativos, también remarca el carácter optativo para la forma en que se encarará en cada una de las áreas, lo que queda a consideración de cada docente; y siempre dentro de los parámetros que establece el Programa Nacional de Educación Sexual Integral: “es necesario que cada docente tenga los conocimientos necesarios y se respalde en lo que dicta ley. Pero sobre todo, es real que somos seres humanos, sexuados; y desde que nacemos estamos en contacto con esa sexualidad. Y sexualidad, no tiene que ver sólo con tener relaciones sexuales. Sexualidad es lo que yo me siento: me siento mujer, hombre, como percibo mi vida, qué es lo que me gusta y qué no; qué elijo y qué no”, recalcó Russo.
En cuanto a los fundamentos de la ESI, la profesora recordó que está comprobado por médicos, psicólogos, antropólogos, y más especialistas, que a los 5 años el niño se percibe si es hombre o mujer; y que esto, es independiente del sexo biológico: “En la adolescencia, vos ya identificás que sos como te percibís. Y se agrega lo que es la orientación sexual: me atrae el sexo opuesto soy heterosexual; el mismo sexo, soy homosexual; me atraen todos (opuestos, mismos, personas trans) soy pansexual, o no me atrae ninguno, soy asexual”, indicó.
Durante la adolescencia, junto a las hormonas del crecimiento, y los cambios físicos; llegan profundas restructuraciones psicológicas, y sociales: “El literalmente un cuerpo nuevo, que no reconocen y hasta se hace difícil manejarlo. Es un cúmulo de emociones, necesitan ser parte de algo, ser reconocidos por. En esa nebulosa, también están construyendo su sexualidad: por el efecto de esas mismas hormonas, perciben cosas que antes no percibían, sienten cosas que antes no sentían, y también se encuentran a sí mismos desde un cuerpo que ya no es el de un niño. En esos encuentros, con el otro, con la otra, hay un encuentro sexual, de lo que les atrae y lo que no. Ahí ocurre que empiezan a probar y experimentar, elegir”, detalló la profesora Russo.
Y agregó: “Ahí es donde más cuidado, justamente, hay que tener. Porque no se cuidan cuando tienen relaciones sexuales. Ya sea encuentros heterosexuales, o con otro del mismo sexo. Por lo general, no usan preservativo porque son relaciones rápidas, porque se dio en el momento. Pero las consecuencias, son de por vida. Y entre esas consecuencias, está el hecho de que Tierra del Fuego es la segunda a nivel nacional en índice de VIH. Otra de las consecuencias es que se triplicaron los casos de sífilis, tanto en mujeres adultas, como en jóvenes”.
Una de las cosas que suele ser recurrente, es la aclaración de que los anticonceptivos hormonales sólo evitan el embarazos no deseados, pero no evitan las enfermedades de transmisión sexual (ETS): “Podés contraer desde HPV, pero tenés también VIH, Hepatitis, y muchas más; porque cuando tenés relaciones sexuales, vos no tenés ni idea de lo que tiene el otro ser humano. Y como se transfiere esto, a través del semen, de los fluidos vaginales o del pene. A los chicos a veces se les plantea, si saben cómo cuidarse en el sexo oral, y muchos no tienen idea que existe un medio de barrera, que es el campo de látex, y lo pueden hacer inclusive cortando el mismo preservativo. Entonces, ellos van, experimentan, y cuando te das cuenta, sos un cúmulo de virus que acarreás toda tu vida”.
“Conozco una joven, que no sabía que tenía sífilis; se lo había transmitido quien fue su pareja por más de cinco años -relató Russo-. Ella se entera que está embarazada, y al mes, pierde el embarazo. Cuando comenzamos a ver lo que era la sífilis, aprendió que genera abortos espontáneos. Y se dio cuenta que podría ser por eso. Pero cuando el embarazo prospera, y el niño nace, ya nace con sífilis. Y ese bebé, cuando crece, si no se cuida, nuevamente transmite la enfermedad. Es importante hablarles a los adolescentes. Cuando ellos se acercan a vos, o te preguntan, o te piden ayuda; sobre lo que es el cuidado. Desde la importancia que tienen ellos mismos, y el cuidado del otro”, remarcó.
Finalmente, la docente aseguró que hablar de Educación Sexual Integral, no tiene por qué generar polémicas, o desacuerdos, si se hace la forma indicada en la ley: “La verdad es que existe el miedo siempre, a lo que puedan decir los padres de los estudiantes, pero a mí por lo menos, la experiencia me ha demostrado que no hay nada que temer, si estás basándote en lo que indican los contenidos contemplados en la ley. Hay que capacitarse, hay muchísimas maneras de abordar los contenidos de ESI, en todas las asignaturas, sólo hay que buscar, incorporar, y sobre todo, dejar la opinión personal de lado”, concluyó.