Concluyó el 3er. seminario

RIO GRANDE.- En la víspera, con la octava jornada a lo largo de seis días, finalizó el Tercer Seminario de kendo, a cargo del 2do. Dan Gerardo Doi, de la Asociación Japonesa Seibu, ubicada en Morón (Gran Buenos Aires).

TERCER SEMINARIO. Los danes Doi (2º) y Sienra (1º), con los alumnos, en el salón de los espejos.

Entre el jueves 12 y el martes 17 la actividad se desarrolló en el Polideportivo Municipal Carlos Margalot -tanto en el salón de los espejos como en el gimnasio auxiliar- y en el club San Martín, donde también funciona el Río Grande Kendo Dojo, y dicta clases el instructor local Diego Senra (1er. Dan).

Sin Escuelas
“En el kendo no hay escuelas, es único, no como las otras artes marciales. Como todas las artes marciales, tiene cientos de años, viene del Código Bushido, y las mutaciones del Samurai. Tiene mucha reigi, la etiqueta del Samurai. Es un arte marcial competitivo, hay torneos, en tres niveles. Primero se compite contra uno mismo, para superarse, y recién después contra un rival, allí se miden dos fuerzas”, apuntó el visitante.
“Personalmente no lo considero deporte, sí un arte marcial con mucha ética. Hay un gran entrenamiento, es muy aeróbico, en término de deporte por es esfuerzo físico, encaja perfectamente, pero se deforman muchas cosas.
Se compite a nivel nacional, latinoamericano y mundial. De las las últimas cuatro ediciones del Mundial, hubo tres en Japón, y el más reciente fue en Corea, se organiza cada dos años”.

Por equipos
En cuanto a la competencia en los certámenes ecuménicos, “se compite por equipos de 5 integrantes (más dos suplentes), cada uno en la parte individual, al mejor de 3 puntos, o a un máximo de 3 minutos. Es decir que el que marca dos puntos gana, o bien el que marcó el único punto en ese período. Van las dos ramas, casi exclusivamente Danes, que entrenan mucho para legar a ese nivel. Cada país tiene su forma de armar el equipo, en algunos casos los torneos locales son clasificatorios para el Mundial, en Argentina son unos 800 practicantes, en la mayoría de las provincias. En el sur lo más fuertes es Neuquén, en Tierra del Fuego no hace muchos años que se practica. No es una disciplina “fácil”, para mi llegar asta acá es un placer, ver crecer a la disciplina, cuantos kendocas que se suman. El sensei de ellos (Diego Senra) también fue alumno mio”.

Desde chicos
“No hay limitante en cuanto a la edad de inicio de la práctica, siempre dependiendo de lo que uno tenga. Ser seinsei de un chico no es lo mismo que serlo de un adolescente o de una adulto, hay que tener el equipo para cada edad y contextura física. En la Asociación Cultural Japonesa Seibu, enseño a chicos de la escuela primaria que posee la entidad, de 7 a 12 años. La institución se encarga de difundir la cultura japonesa”.

La definición
“El kendo es el arte de manejar el sable, con algunas pautas, como los cortes muy acotados, cuatro en total, y la combinación de ellos, no se puede cortar en otro lugar. Cuando me refiero a cortes, son golpes con el sable. En cuanto a las graduaciones, físicamente no tienen cinturones, a partir de cierto nivel de kius los practicantes se pueden poner el equipo, antes de eso, no. Los japoneses lo denominan kijón básico, es lo que los va preparando, es lo que están haciendo en este momento los alumnos. Es un entrenamiento físico de tipo aeróbico, una entrada en calor, se pone en movimiento los pies, son unos 3 minutos. Tres de los practicantes locales tuvieron la posibilidad de ir a un torneo en Neuquén, para ellos fue su primera experiencia, aquí son todos muy nuevitos. En Ushuaia estamos viendo de ingresar”.
“Los principios del kendo son muy buenos para pertenecer, el kendo no habla de ser un japonés, ni tampoco transformarse en un japonés. Sino de ser un argentino que practica un arte japonés. Y si vas a hacer algo, lo hacés por tu patria. Son un poco las cosas que a mi me atrajeron para practicar el kendo”, finalizó Doi.