En Ushuaia el aire es más puro

Así lo reportó la estación de Vigilancia Atmosférica Global Ushuaia dependiente del Servicio Meteorológico Nacional que analizó las masas de aire antes y después del aislamiento social, detectando una importante reducción de gases contaminantes.

Las mediciones de estos gases se llevaron a cabo en las masas de aire del entorno de la ciudad de Ushuaia, y se analizaron especialmente las que provenían directamente de la ciudad.

USHUAIA.- Aunque los valores del aire que se obtienen frente al canal Beagle nunca fueron motivo de preocupación, durante estos días en donde hubo restricciones en el movimiento en la ciudad como medida preventiva para el control del COVID-19, se vio un descenso en las concentraciones de gases contaminantes, lo cual demuestra que las actividades antropogénicas impactan directamente la calidad del aire.
Así lo reporta nuestra estación de Vigilancia Atmosférica Global Ushuaia (VAG Ushuaia), que analizó las masas de aire y observó que el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono (CO2) y el ozono superficial (O3) sufrieron modificaciones en sus concentraciones. Estos gases se vinculan con la calidad del aire.
El CO y CO2 son contaminantes gaseosos del aire que se forman por la combustión de los combustibles fósiles, mientras que el ozono superficial es un contaminante secundario que se forma como consecuencia de ciertos de precursores e interactúa con el CO. Todos estos gases, en elevadas concentraciones, causan efectos adversos para la salud y los ecosistemas.
Desde hace años, la estación VAG monitorea el comportamiento de diversos gases, muchos de los cuales vienen mostrando un aumento exponencial a nivel global debido a la actividad humana. Sin embargo, en las últimas semanas, los valores registrados en la estación VAG Ushuaia reflejan una inusitada disminución de algunos gases.
La estación VAG Ushuaia comparó los valores de concentración de los gases en días de actividad normal en la ciudad (12 y 13 de marzo 2020) y días de la cuarentena (27 y 28 de marzo 2020)
Durante un día de actividad normal en la ciudad, la concentración de CO es alrededor de 0.10 ppm, con máximos entre las 9 h y 12 h, alcanzando valores de hasta 0.28 ppm, mientras que un día de la cuarentena se registra una concentración cercana a las 0.10 ppm durante todo el día, lo cual representa una reducción importante de este gas debido a las restricciones impuestas por el aislamiento.
Al comparar las mediciones de dióxido de carbono (CO2) antes y durante el periodo de cuarentena, se nota una clara reducción en la concentración del principal gas de efecto invernadero. En línea azul se muestra el registro de los días 12 y 13 de marzo, mientras que en línea roja se muestra lo obtenido el 27 y 28 de marzo. La reducción se estima entre 15 a 20 ppm.
En los días de cuarentena se vio un aumento significativo del ozono superficial, cercano a los valores de base de ozono superficial del planeta, como consecuencia de la disminución en la concentración de CO. El aumento en la cantidad de ozono está relacionado con la disminución de monóxido de carbono, debido a que estos gases reaccionan entre sí, y una menor concentración del CO produce un incremento en las concentraciones del O3.