BUENOS AIRES (NA).- El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, consideró necesario impulsar un «plan de medidas estratégicas para la pospandemia», que incluya una reforma impositiva y laboral, con el fin de reducir el nivel de informalidad que hay en la economía.
«Creo que es necesario consensuar medidas estratégicas para los próximos cinco años, pensando en la pospandemia. Es imperioso encontrar puntos de acuerdo entre Gobierno, empresas grandes, pymes y sindicatos para desarrollar a la industria», enfatizó el dirigente.
En diálogo con la agencia NA, Rosato advirtió que las pymes sufren hoy falta de financiamiento, competencia desleal y dificultades para mantener el empleo.
«El desarrollo pasa fundamentalmente por las pymes. Y este sector tiene que estar en la mesa de negociaciones para la agenda post pandemia, que necesita el aporte de todos los sectores», resaltó el empresario.
IPA -junto con sindicatos, organizaciones sociales y otras cámaras empresarias- impulsa el «Primer Congreso Industrial para el Consenso del Trabajo y la Producción», con el fin de lograr «la unidad del sector privado y el Gobierno nacional, en busca de un plan de desarrollo industrial», subrayó Rosato.
Ese evento está planificado para el 17 de noviembre y, según IPA, servirá para «encontrar puntos de encuentro que se puedan aplicar inmediatamente, que generen empleo y dinamicen el consumo».
«Somos sobrevivientes de una época oscura para la industria y el empleo. Si ya superamos esa etapa, hoy también podemos pensar en renacer otra vez», resaltó la entidad, en la convocatoria al Congreso.
En ese sentido, advirtió que la crisis sanitaria disparada por la pandemia de coronavirus «sólo profundizó la recesión del año pasado y desnudó la grave situación en que quedaron las pymes industriales luego de una gestión que hundió la competitividad argentina, dejó al borde de la quiebra a miles de empresas, redujo los salarios, generó una gran cantidad de desempleados y aumentó la pobreza».
«En los últimos días, se hizo más fuerte el sentimiento de angustia y depresión de parte de muchos empresarios pymes que, en el mejor de los casos, están endeudados y sin esperanzas de conseguir mejoras. Esa sensación inevitablemente se traslada a los trabajadores, que son parte del eslabón más débil de la cadena», alertó IPA.