Un informe del INTA Santa Cruz indica que hay muchos animales muertos bajo la nieve, mientras los que lograron sobrevivir no tienen pasturas ni agua a causa de la escarcha que cubre los campos. Comienza a llegar forraje desde otras provincias.
RÍO GALLEGOS.- El intenso frío y las nevadas que azotan a la provincia de Santa Cruz traerán secuelas en su economía por la pérdida de ganado que vive a la intemperie. Desde el mes de junio se producen nevadas y temperaturas extremas de las cuales no había registros desde hace 17 años, y hay sectores de la provincia que permanecen bajo la nieve desde hace 60 días.
Las Agencias de Extensión Rural de INTA Santa Cruz realizaron un relevamiento que alcanzó a los responsables de 95 establecimientos ganaderos de diferentes zonas de la provincia para conocer el estado de situación. La consulta se realizó durante los días 28 y 31 de julio y se solicitó información sobre altura promedio de nieve, tiempo de permanencia y condiciones de transitabilidad. Con relación al estado de la hacienda, se consultó sobre el acceso al pastizal natural, presencia de animales tapados por nieve, registro de muertes, y estrategias de suplementación.
De acuerdo el informe, además de la profundidad de la nieve, los intensos fríos provocaron que se forme una capa de escarcha en la superficie que limitó el acceso al pastizal natural y el acceso al agua de bebida. Las sequías previas, la presencia de tucura en la región centro noroeste de la provincia, y la baja altura del intercoironal condicionaron el estado nutricional de majadas y rodeos previo al invierno.
Las nevadas comenzaron a principios del mes de junio y continuaron con diferente intensidad y frecuencia. Al 28 de julio, el 68% de la superficie provincial se encontraba cubierta por nieve.
Por otro lado, las temperaturas bajo cero que se registraron día y noche fueron muy intensas y prolongadas en toda la provincia, prolongando el tiempo de permanencia de la nieve.
La intensidad de la nieve fue mayor en la zona noroeste y centro de la provincia con profundidades de hasta 120 cm en las zonas más altas y de precordillera. La zona de Cerro Kenzel, Portezuelo, Zeballos, Pallavicini, Pellegrini, Bajo Caracoles, Pinturas, oeste del departamento Deseado y centro norte del departamento Río Chico, permanece con nieve luego de 60 días de la primera nevada. Se registra hacienda tapada y animales muertos, pérdida que podrá cuantificarse una vez ocurrido el deshielo. En muchos casos la supervivencia de los animales, ovinos y bovinos, depende del ramoneo de arbustos y de la entrega de heno que se realiza con dificultad previa apertura de caminos con maquinaria vial o tropillas.
En el oeste del departamento Güer Aike, Corpen Aike, centro oeste del Magallanes, y Lago Argentino la profundidad de la nieve varió de 20 a 60 cm y el tiempo de permanencia de 35 a 60 días. Algunos productores pudieron abrir los caminos y llegar a la hacienda, entregando heno, pellets de alfalfa y/o balanceado formulado con fibra. De todas maneras, el período de restricción ha sido tal que las cantidades de alimento almacenado resultaron escasas, debiéndose reponer en función de la oferta, dificultades de transporte, accesibilidad y distribución a los animales. La zona costera provincial registró menores profundidades de nieve (hasta 20 cm) aunque las bajas temperaturas demoraron el deshielo limitando el acceso al pastizal natural y agua de bebida. La situación descripta impactará de manera significativa a la actividad ganadera provincial.
En relación con la actividad ovina, el informe del INTA destaca que la pérdida de cabezas y un mal plano nutricional impactará negativamente sobre la producción de carne y lana, que será mayor en las zonas más afectadas por la nieve (centro y noroeste). Coincidentemente, en esta gran región se reportan alta perdidas de jóvenes y adultos, y bajos porcentajes de señalada, que muchas veces se intenta compensar a través de una mayor retención de vientres. Esta dinámica se traduce en el envejecimiento de las majadas, que son más vulnerables a los eventos climáticos extremos. En el caso del ganado bovino, es posible que se afecte la producción de terneros y que se registren pérdidas de vientres y categorías de recría.
Finalmente, los técnicos destacan en su informe que “la cuantificación del impacto en la producción provincial, podrá determinarse a fin de año, luego de las esquilas posparto y señaladas, y su magnitud dependerá de la posibilidad de llevar adelante esquemas de suplementación periparto”.
Llega el alimento
En tanto, se conformó un “comité de coordinación” para el traslado de alimentos donados a Santa Cruz. Desde la Federación de Instituciones Agropecuarias (FIAS) estiman trasladar durante los próximos meses, al menos unas 350 toneladas de comida para rescatar sus haciendas.
Los agropecuarios buscan acortar las distancias para que lleguen las donaciones de Córdoba y Buenos Aires. Las federaciones de cada provincia coordinan las labores para facilitar las tareas.
“Hay dos camiones de 28 toneladas cada uno que provienen de Córdoba. El alimento es comprimido en un peletizado para no ser transportado con un gran volumen. Hay más donaciones que nos enviarán desde Buenos Aires. Un camión entero de maíz a granel, esto es pura energía para los animales”, dijo el titular de FIAS, Miguel OByrne.
Estas donaciones alcanzarán aproximadamente las 100 toneladas. “Es una gran ayuda que recibimos por la solidaridad, nos coloca en un escenario muy distinto al que transitamos”, explicó. La dificultad es coordinar el envío: “Buscamos que los alimentos lleguen a un punto específico para ir a buscarlos y luego distribuirlos entre las localidades”, agregó.
Además, FIAS avanza en la compra de otras 250 toneladas de alimentos en el valle de Río Negro, Chubut, hasta Santiago del Estero. Serán destinados a los productores más pequeños, que “son los que peor la están pasando”. Una vez resueltas estas dificultades, mientras los animales esperan día tras día, el problema es el flete: “Son tan largas las distancias que el flete es más caro que los víveres”.