RIO GRANDE.- Tal como se había anunciado, ayer a primera hora, la sucursal local del Correo Argentino reabrió sus puertas, tras la suspensión de tareas del personal de la firma, ordenada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia. Sin embargo la habilitación fue por algunas horas nada más, porque luego de una nueva verificación del órgano de contralor se constató que la empresa abrió sus puertas sin cumplir con las medidas dispuestas por esa cartera.
La semana pasada, se constató que el panel de la instalación eléctrica no reunía las condiciones mínimas de seguridad y que existía riesgo de un corto circuito por la existencia de cableados sueltos.
El secretario de Trabajo, José Calixto, explicó ayer que “en primer lugar la clausura se llevó adelante por la desobediencia a la suspensión impuesta por el Ministerio la semana pasada. Por otra parte, no se resolvieron los problemas que correspondían a las reparaciones eléctricas que hacen a la condición laboral del personal”.
El funcionario recordó que la semana pasada la cartera laboral llevó adelante la suspensión de tareas del edificio del Correo Argentino, por motivos inherentes al incumplimiento de normas de seguridad e higiene básicas para el buen funcionamiento del establecimiento.
“En ese momento se planteó una suspensión de tareas de todo el recurso humano que opera en el Correo, que son alrededor de 22 personas, a fin de que se subsanen los problemas detectados por el área de Higiene y Seguridad de la provincia, dependiente de este Ministerio. Todo ello, con el fin de controlar las condiciones laborales de los trabajadores que se desempeñan allí y que no se cumplieron”, precisó el Secretario.
