La Cooperativa Audivic anunció que trabajará por lo menos durante dos meses en la producción de aires acondicionados. A dos años del inicio de la lucha, Stella Maris Maidana conversó con El Sureño acerca de la situación de la cooperativa y el largo camino hacia la resolución del conflicto.
RIO GRANDE.- “Hace dos años y ocho meses que no tenemos actividad”, empezó diciendo Stella Maris Maidana, secretaria de la Cooperativa Audivic. Actualmente son cerca de 50 personas las que integran la cooperativa. Con los papeles en regla para poder producir, retomarán la actividad el 5 de octubre. Será una primera tanda de aires Split y desde fin de ese mes producirían aires ventana.
“Conformamos la cooperativa, que nos llevó tiempo, además de que es muy complicado sacar la matrícula de una cooperativa de trabajo. La conseguimos a mediados de 2019”, indicó Maidana.
Luego de la matrícula, la inscripción en AREF, en AFIP, y de obtener la autorización para realizar la explotación de lo que queda de la empresa; estaban por fin en condiciones de trabajar: “En ese momento no resultó porque, al parecer, el titular de la SA está pagando las cuotas del concurso de acreedores y para el juez no cabría su actuación en esto. Más allá que sumado al concurso hay una deuda millonaria y varios pedidos de quiebra”, explicó la trabajadora.
Permiso para trabajar
Sin la autorización judicial debieron recurrir al titular de la Sociedad Anónima: “El dueño de la Sociedad Anónima accedió a que nosotros pudiéramos utilizar las instalaciones, para hacer este AFASON de Aire Acondicionado para la empresa BGH que va a durar aproximadamente dos meses”, detalló la secretaria.
Es la primera vez que la planta estará en funcionamiento, desde el cierre de la misma, y existe la posibilidad, para la cooperativa de seguir trabajando. “Estamos muy contentos y preparando las instalaciones para poder ser lo más eficaces posibles”, expresó Stella Maris.
“Para la empresa BGH no tenemos más que palabras de agradecimiento, en todo lo que necesitamos, cosas que surgen por el mismo paso del tiempo, en todo nos están ayudando de la mejor manera. Además de apostar a una cooperativa como nosotros. Esto nos ayuda a retomar el camino, a trabajar”, agregó.
Además de los socios está el Consejo de Administración integrado por un presidente, tesorero, una secretaria, y un gerente: “Nosotros nos encargamos de hacer las gestiones, y encontrar el trabajo.
Nosotros tuvimos que ir a pedir al mismo dueño que te quedó debiendo, que dejó esto abandonado, que nos permita trabajar. Pero afortunadamente, hubo una negociación, un acuerdo, y tenemos un comodato firmado para trabajar desde los primeros días de octubre”, siguió detallando Maidana.
Desde el mantenimiento del edificio hasta las presentaciones legales, todo ha sido muy sacrificado para los integrantes de la cooperativa: “Este invierno se nos reventó un caño de las instalaciones de emergencia, tuvimos que salir a pedir ayuda para realizar el arreglo. Y nos ingeniamos para tener al día el pago de los servicios, tenemos los calefactores apagados para reducir gastos; pero la verdad que las instalaciones están en perfectas condiciones”, remarcó la referente.
Finalmente, Stella Maris reconoció la ayuda recibida desde otras organizaciones, fábricas y la comunidad en general: “Quiero remarcar que uno las cosas nunca las hace solo. Las hace en compañía de otras personas. A los socios, que creyeron; a los que nos acompañan en esta aventura de querer reactivar esta fuente de trabajo, les agradecemos. Hemos contado con ayuda del Gobierno Nacional, algún diputado, el Municipio, Gobierno, la Unión Obrera Metalúrgica. Muchísima gente”, finalizó.