En el marco del “mes del Cáncer de mama” desde el Programa Provincial para la Prevención, Detección y Control de Cáncer de Mama se lanzó una campaña de sensibilización con el objetivo de valorizar la importancia del autoexamen mamario periódico y el control médico/ginecológico anual para la detección temprana de cualquier patología mamaria.
USHUAIA.- El doctor Damián Larrosa, responsable del Programa, destacó que “la detección temprana aumenta las chances en la cura y el tratamiento e invitó a todas las personas, sin importar el género, a realizarse el autoexamen rutinario, en especial a los mayores de 35 años, a quienes nunca se realizaron un control mamario o ginecológico y a quienes tengan antecedentes de cáncer de mama en la familia”.
¿Cómo realizar el autoexamen?
• Cuando estés frente al espejo, fíjate si te sale líquido de uno o ambos pezones (puede ser transparente, lechoso, amarillento o sangre).
• Luego, acostate y palpate las mamas con las manos invertidas, es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Procurá hacer un tacto firme y pausado con las yemas, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente.
• Controlá la mama completa de arriba a abajo y de lado a lado: desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen y desde la axila hasta el escote.
• Siguí algún tipo de patrón para asegurarte de cubrir la mama entera. Podés empezar con el pezón y avanzar en círculos cada vez mayores hasta llegar al borde exterior de la mama. También podés mover los dedos verticalmente, hacia arriba y hacia abajo.
• Asegúrate de palpar todo el tejido mamario.
• Muchas mujeres dicen que la mejor forma de palparse las mamas es cuando la piel se encuentra mojada y resbaladiza, de modo que prefieren realizar este paso en la ducha.
Desde el Programa también se brindó información sobre los principales síntomas y factores de riesgo, ya sean hormonales, ambientales o hereditarios.
Principales síntomas de patología mamaria:
• Nódulo palpable, duro, no móvil y generalmente indoloro.
• Enrojecimiento y retracción de la piel o aspecto de cáscara de naranja de la mama.
• Secreción espontánea por pezones y/o cambio en su forma o posición.
• Nódulos en axilas.
“Ante la presencia de algunos de estos signos se debe consultar, precozmente, con su ginecólogo o médico de cabecera, puntualizó el profesional, y recordó que la mamografía es el principal método de estudio y detección temprana de cáncer de mama en mujeres de 35 a 69 años”.
En relación a los factores de riesgo, se diferencian en tres grupos:
Factores hormonales / Historia reproductiva:
Mujeres mayores a 50 años.
Primera menstruación antes de los 12 años o menopausia tardía después de los 55 años.
No haber tenido hijos.
Primer embarazo luego de los 30 años.
Ausencia de amamantamiento.
Uso de anticonceptivos con estrógeno y progesterona.
Terapias de reemplazo hormonal.
Factores ambientales / Hábitos
Sobrepeso u obesidad (sobre todo en post-menopausia).
Consumo de bebidas alcohólicas.
Tabaquismo.
Vida sedentaria.
Alimentación rica en grasas y pobre en vegetales.
Factores Hereditarios
Historia familiar de cáncer de mama, en familiar de 1º grado diagnosticado antes de los 50 años.
Historia de cáncer bilateral o de ovario en familiar de 1º grado en cualquier edad.
Historia de cáncer familiar en hombres que representa un 1%.
“La presencia de uno o más de estos factores de riesgo no significa que necesariamente se desarrollará la enfermedad, sí implica mayor compromiso con el autoexamen periódico y con el control anual médico/ginecológico para la detección precoz de cualquier patología mamaria”, concluyoó el profesional.