Sergio Molina, un riograndense de 46 años creó su propio emprendimiento. El, como tantos otros vecinos de la ciudad, sufre los embates de la pandemia que también lo golpeó duro. Lejos de dejarse vencer se propuso la tarea de salir adelante con este nuevo emprendimiento, la venta de choripán con su “Choripán Móvil”.
RIO GRANDE.- Sergio Molina es un vecino de esta ciudad que tiene 46 años y como tantos otros, durante este tiempo, su situación se volvió compleja.
En medio de la incertidumbre por el futuro laboral decidió no bajar los brazos y generó un nuevo emprendimiento denominado “Choripán Móvil”. La novedosa iniciativa la generó con su bicicleta a la que le fabricó un dispositivo para poder trasladar su chulengo a cualquier parte de la ciudad.
En diálogo con la prensa, Sergio explicó que “hace un mes que empecé con esta idea para no quedarme en mi casa a esperar a que me den algo”. Contó que estaba vendiendo en la intersección de calles Prefectura y Aeroposta, “pero todos los días debía cargar el chulengo a una carretilla para llevarlo. Así estuve un tiempo pero el chulengo más los demás elementos me resultaban muy pesados”.
En su relato, contó que pasaron unos días hasta que su suerte cambió. “Encontré a un hombre que soldaba y le pregunté cómo podía adaptar el chulengo al carrito y todo a la bicicleta. Ese hombre me dio una buena idea y desde ahora traslado todo el negocio donde quiera con mi bicicleta”.
En cuanto a su vida particular, dijo que vive desde hace años en Chacra II. “Tengo mi papá y hermana que viven en Intevu”. Para concluir, declaró: “por ahora me está yendo bien, hay días que se mueve más que otro”. El choripán de Sergio ha tenido bastante aceptación y sólo cuesta 200 pesos.