La pandemia no detiene la solidaridad

A pesar de las limitaciones que impuso el rebrote del coronavirus la Fundación Garrahan sigue recibiendo donaciones de la ciudad de Ushuaia. El jueves llegaron a destino dos contenedores cargados con tapitas, latas y papel que se llenaron durante la cuarentena.

Uno de los contenedores es descargado en la sede de la Fundación Garrahan, en Buenos Aires.

USHUAIA.- 58 toneladas de papel, tapitas de plástico y latas de aluminio, entre otros productos reciclables, arribaron el jueves provenientes de esta ciudad a los depósitos de la Fundación Garrahan ubicados en Buenos Aires, para ser destinados al Programa de Reciclado y Medio Ambiente.

El material recuperado por los ciudadanos de Ushuaia comenzó a ser cargado hace dos meses atrás a los contenedores y fue transportado en barco hasta la ciudad de Buenos Aires, donde la Fundación Garrahan los convierte en dinero para ser invertido en el Hospital de Pediatría más importante de la República Argentina.

A pesar de las restricciones, los ciudadanos que ya se acostumbraron a no arrojar a la basura las tapitas plásticas y las latas de aluminio, siguieron acopiando en sus domicilios durante la cuarentena y voluntarios de la Fundación se ocuparon de recibirlos para que puedan llegar a su destino.

No los para nadie: A pesar de la pandemia, la gente sigue reciclando y donando.

Hace quince días, la referente de la Fundación Garrahan en Ushuaia, Viviana Remy, y un grupo de incondicionales colaboradores, cargaron en soledad otro contenedor que espera su turno en el puerto para salir hacia Buenos Aires cuando sea posible.

“El último contenedor que cargamos es fruto de un mes y medio de trabajo en soledad, recibiendo carga y acondicionándola. Recibimos carga hasta dos días antes de subirla al contenedor. Se sanitizó todo para que no corriéramos riesgo nosotros”, explicó Remy en diálogo con El Sureño.

En marzo estaba prevista la primera juntada solidaria del año, cuando se desató la pandemia y operativos sabatinos en los cuarteles de bomberos quedaron suspendidos. De esta manera y ante la cantidad de material que se fue acumulando gracias a que se hizo costumbre reciclar, se buscó la manera de no detener los envíos logrando estos resultados.

Como siempre, Remy agradeció a Omar Lemul, María José Pérez Torre, Gastón Corradini, Paulo y Alejandro y a Verónica Elizabeth Calmucci que colaboraron desinteresadamente en el acondicionamiento de los materiales y la carga del contenedor. También a Logística Antártica S.A. y a su titular Darío Loreto que con todo su personal toman como propio este programa, que nos abren sus puertas, que trasladan los contenedores y a Cintia Alonso por los trámites de aduana.

También agradeció al Puerto de Ushuaia por la estadía y el pesaje, a Patagonia Shipping Lines por el traslado en barco y todos los trámites en Buenos Aires, a Arbue y los estibadores por subir los contenedores, a Bacsa, la terminal en Buenos Aires, a Claudio Almada de Calcomex Cargo por los trámites de aduana en Buenos Aires y para terminar esta cadena de solidaridad, a Ksigma SRL y Carlos Benítez que con sus camiones trasladan los contenedores hasta el depósito de la Fundación.

“Y por supuesto, gracias Ushuaia, por seguir generando conciencia, por saber que estos elementos no son basura. Que la pandemia no nos frene y sigamos activos con este programa”, finalizó Remy.