BUENOS AIRES (NA).- El consumo de carne bovina cayó a apenas 49,7 kilos per cápita en la Argentina durante el 2020, el registro más bajo en 60 años, según un informe difundido por la Fundación Mediterránea.
En cambio, el de carne aviar se habría aproximado a los 44,1 kilos per cápita, la cifra más alta de la historia, lo cual refleja un cambio en la preferencia de los consumidores y también la necesidad de adquirir alimentos más económicos en medio de la crisis.
El 2020 se caracterizó por subas generalizadas de precios, tanto de animales como de productos finales, por encima de la inflación, particularmente concentradas hacia finales del año.
Al consumidor final, los cortes de carne bovina se ubicaron en diciembre 2020 un 74% por encima de los valores del mismo mes del 2019 (contra una inflación punta a punta del 36%). La carne aviar un 58% arriba (pollo entero) y la carne porcina un 59%.
Hubo fuertes subas en términos reales en todos los casos: +28% carne bovina, +16% carne aviar y +17% carne porcina.
La producción de carnes vacuna, aviar y porcina llegó a los 6,04 millones de toneladas, unos 133,6 kilos por habitante.
Desde mediados de los ´70 la Argentina nunca había producido ni exportado tanta proteína animal, pero tampoco le había ido tan mal en materia de consumo interno.
Las exportaciones alcanzaron los 1,19 millones, 26,4 kilos per cápita.
“Estos valores son levemente superiores a los del 2019, pero además son niveles récords de los últimos 40 años; desde mediados de la década de los ´70 hasta el presente, nunca habíamos producido ni exportado tanta proteína animal”, subrayó el informe.
El desempeño de los mercados de carnes se destacó ante el difícil contexto que debieron atravesar las actividades productivas y la economía en general, en un año de pandemia y de una política de control sanitario que impuso importantes restricciones al funcionamiento y la operatoria de las empresas.
El consumo medio de las tres carnes se habría ubicado en 108 kilos por habitante, quedando levemente por debajo del 2019 (108,8 kilos).
Los salarios no pudieron seguirle el ritmo a los precios de las carnes en el país.
El salario mensual promedio de la economía (sector privado formal) en diciembre podía comprar 133 kilos de carne bovina, un 20% menos que en el mismo mes del 2019.