Una docena de turistas japoneses al año tienen que ser repatriados de la capital francesa después de ser víctimas del “síndrome de París“. Se trata de un trastorno identificado hace veinte años por el psiquiatra Hiroaki Ota que aparece cuando un nipón que viaja a la capital francesa observa fuertes contrastes entre sus expectativas y la realidad parisina y sufre una crisis nerviosa.
Los educados turistas japoneses que llegan a la ciudad son incapaces de separar la visión idealizada de la ciudad creada a partir de películas como Amelie, de la realidad de una moderna y bulliciosa metrópolis y del rudo carácter de los franceses, a veces bastante groseros.
La embajada japonesa tiene una línea telefónica disponible las 24 horas para los turistas que padezcan de este severo “shock cultural” y pueden ofrecerles tratamiento hospitalario de emergencia si es necesario.