La turística torre construida para la Expo de 1889 esconde entre sus piezas de mecano un homenaje a la ciencia
En el momento de su construcción Gustave Eiffel (1832-1923) hizo grabar el nombre de setenta y dos sabios –savants inscrits sur la tour Eiffel-, que corresponden a científicos, ingenieros e industriales franceses que realizaron aportaciones relevantes en sus campos entre los años 1789 y 1889.
Las letras, cinceladas originariamente en oro, tienen sesenta centímetros de altura y pueden ser observadas a simple vista desde la base de la torre.
El número no fue casual, una cifra igual de académicos había escrito una página destacada en la historia: la primera traducción del Antiguo Testamento a otro idioma, el griego. Fuente: ABC Premium.