El Presidente destacó que, aun en pandemia, su Gobierno nunca cedió sus banderas y convicciones que son la lucha contra el hambre y la asistencia a los desposeídos, al tiempo que puso el acento en el carácter fundamental de un ‘Estado presente’.
BUENOS AIRES (NA).- El presidente Alberto Fernández cuestionó ayer al gobierno anterior por no haber terminado las viviendas que comenzaron a construirse durante la gestión de Cristina Kirchner y manifestó que la única respuesta para no haber terminado esas casas “es el odio”, en tanto que destacó el trabajo de su gabinete durante la pandemia.
“Muchas veces leo que los ministros no están, que están ausentes. Los ministros no están a veces en los canales de televisión y en los diarios: ausentes no están nunca. Están todo el día trabajando y haciendo lo que tienen que hacer”, aseguró.
“Cada vez que vengo a estos barrios, muchas de estas casas quedaron prácticamente terminadas en diciembre de 2015. ¿Cómo es que no se terminaron? La única respuesta que le encuentro es el odio. Que alguien odie tanto que prefiera que las casas queden vacías a que alguien recuerde quién las hizo”, sostuvo Fernández mientras encabezaba el acto de entrega de viviendas en el barrio Saladita, en Avellaneda.
El primer mandatario consideró además que “no hay nada más lindo que entregar viviendas porque la vivienda es un derecho humano”.
“Hacer viviendas no es solamente darle un techo a cada no, es darle condiciones de vida: un lugar donde los chicos puedan ir al colegio, los jóvenes puedan hacer deporte, donde todos tengan agua y cloacas”, señaló.
En tanto, expresó: “¿A mí qué me importa si estas casas las terminó Cristina si yo lo único que quiero es que tengan casa? Eso debería importar a quien gobierna. Lo importante es resolver los problemas de la gente. La mejor democracia que podemos construir es la que continúa resolviendo los problemas de la gente más allá del tinte político que cada uno exponga”.
“A los peronistas lo que más nos interesa es el progreso social y la igualdad. Que todos crezcan donde nacen, que ahí encuentren educación y trabajo y vivan felices. Queremos terminar con los desequilibrios y las desigualdades. Combatir ese flagelo que es el hambre y la pobreza. Nada de eso ocurre si el Estado no está presente. Esto no lo hace el mercado, lo hace el Estado. Si el Estado no lo hace, estas casas no existen. Las universidades del Conurbano que otros dijeron que no servían para nada están llenas de primeras generaciones de estudiantes universitarios hijos de trabajadores”, señaló el jefe de Estado, y sentenció: “Si esto se llama estatismo o populismo, pónganle el nombre que quieran. Para mí es resolverle los problemas a la gente”.
Por último, destacó el trabajo que realiza Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires: “Cuando hablé por primera vez nos gruñimos. Yo le criticaba cosas y él se defendía. Me invitó a comer a una parrilla en una esquina y cuando terminó la reunión le dije: ´Qué pena no haber trabajado con vos. Ojalá algún día podamos trabajar juntos´. Me estoy dando ese gusto todos los días”.
El presidente Alberto Fernández encabezó en la localidad bonaerense de Avellaneda el acto de entrega de 48 viviendas del barrio Saladita, junto al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro y la Ministra de Género, Mujeres y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.