En este 1° de Mayo, Bautismo de Fuego de mi querida Fuerza Aérea, quiero evocar en este comienzo rindiendo mi más sentido homenaje a los integrantes de la fuerza que entregaron sus vidas en las acciones bélicas y a quienes participaron en defensa de los derechos soberanos de la Nación.
RIO GRANDE.- Orgulloso y agradecido por la oportunidad que me dio Dios y el destino de poder defender mi querida patria, a 39 años del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina, a la que pertenecí en aquellos días que transcurría mis 19 años de edad, y que a través del tiempo me ha conferido el honor de poder conmemorar en esta forma tan humilde el recuerdo de mis queridos 55 camaradas fallecidos en combate, el hecho, sin lugar a dudas, más trascendental de la historia institucional.
En este 1° de Mayo, Bautismo de Fuego de mi querida Fuerza Aérea, quiero evocar en este comienzo rindiendo mi más sentido homenaje a los integrantes de la fuerza que entregaron sus vidas en las acciones bélicas y a quienes participaron en defensa de los derechos soberanos de la Nación, sin condiciones ni prebendas, sí con decisión, coraje y profesionalismo; y por sobre todas las cosas, con un profundo amor a la Patria. Un sentimiento que hemos recibido como un honroso legado, pleno de logros, valores y tradiciones de nuestros precursores y que, generaciones tras generaciones, se enriqueció con el esfuerzo perseverante con una verdadera legión de hombres y mujeres del aire que entregaron lo mejor de sí para consolidar y hacer progresar a la institución.
Por ello, en este día en particular, quiero recordar los sucesos del 1º de Mayo de 1982, que ya la historia universal han suscripto como el día que una pequeña Nación del lejano sur, como dice nuestro papa Francisco, le puso el pecho a una potencia de primer nivel con tradiciones imperiales.
En ese 1º de Mayo, el mundo se conmovió ante una argentina que se mostraba fuertemente unida y encolumnada con entusiasmo detrás de un único objetivo; recuperar la posición y soberanía del archipiélago malvinense, usurpado por la fuerza hacía ya 149 años. Estábamos convencidos de la justicia de la causa malvinense y, quizás, no percibíamos que se comenzaba a escribir una de las páginas más gloriosas de la historia militar de nuestra Fuerza Aérea.
De la noche a la mañana debió organizarse una enorme maquinaria de abastecimiento aéreo, porque desde el principio se tuvo la certeza de que el modo marítimo sería neutralizado en poco tiempo y después debió adiestrar y preparar la totalidad de su aviación de combate para afrontar el inevitable conflicto armado que se avecinaba.
Los escenarios y objetivos del combate, que eran absolutamente inéditos, y más aun con el material que contábamos en ese momento con aviones y armamento de la década del 60. Lograr, con mínima probabilidad de éxito, aquello que es su razón de ser, la superioridad aérea significaba operar en el límite extremo de los radios de acción de sus máquinas e interdictar el tráfico marítimo, representaría buscar y tratar de neutralizar buques logísticos y de guerra equipados con las defensas misilísticas mas sofisticadas en alta mar. Lo único claro en aquellos días de frenético alistamiento, era la vigencia del concepto de la subordinación y del claro acatamiento al juramento de defender la bandera hasta perder la vida. Cualquier especulación sobraba, solo restaba la Patria y la firme convicción de luchar por ella.
A las 04:40 del 1º de Mayo de 1982, un bombardero Vulcan de la Fuerza Aérea Británica arrojó las primeras bombas contra la Base Aérea Militar Malvinas (Isla Soledad); seguidamente sucedería lo mismo en Pradera del Ganso Verde (Isla Gran Malvina), donde estaba alojada la base de los helicópteros y aviones Pucará; siendo sorprendidos por un ataque a baja altura, donde 3 aviones Harrier bombardearon toda las posiciones, ocasionando daños y bajas irreparables en ambos aeródromos.
Al amanecer de ese 1° de Mayo las primeras formaciones argentinas comenzaron a sobrevolar las islas, librándose los primeros combates aéreos. Casi al mismo tiempo, aviones Harrier de la Royal Navy atacaban las bases aéreas en Malvinas.
La batalla de 1° de Mayo se había iniciado, el óleo del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina había comenzado a humedecer las frentes de sus hombres, en el aire y en la tierra.
Sin alardes ni titubeos, sólo con decisión y profesionalismo, la Fuerza Aérea en su Bautismo de Fuego, ya había peleado de igual a igual con los medios de la flota de guerra más poderosa reunida desde la Segunda Guerra Mundial.
Muchas han sido las historias contadas respecto del valor y de su abnegación frente al enemigo. Se han cubierto de gloria y han demostrado con su sacrificio hasta dónde fueron capaces de llegar en defensa de nuestra querida Patria. La Fuerza Aérea fue una pequeña parte de esta historia del conflicto del Atlántico Sur.
En la batalla aérea por Malvinas, merecen también un homenaje aquellos que conformaron las reservas militares y civiles. El escuadrón Fénix, las tripulaciones de Líneas Aéreas y los integrantes de la red de observadores del aire constituyeron un claro ejemplo que demuestra que la defensa de la integridad patrimonial no es de algunos, sino responsabilidad de todos. A todos los veteranos de guerra de las Fuerzas Armadas, un profundo reconocimiento a su entrega, valor y sacrificio. Que el ejemplo perdure por siempre y se transmita a las nuevas generaciones.
A los familiares de los caídos en Malvinas, quienes llevan siempre en alto el recuerdo de sus esposos… de sus padres, de sus hijos, de sus hermanos y amigos; porque ellos ofrendaron la vida por la Patria y por ello…
El sacrificio impuesto por la contienda no ha sido patrimonio exclusivo de la Fuerza. El Ejército Argentino, la Armada Nacional, la Gendarmería y la Prefectura Nacional componen el alegado crudo e irrefutable del mismo y el testimonio de los 649 camaradas caídos durante las acciones.
Como reflexión final, me gustaría agregar un pensamiento para las nuevas generaciones que se pregunten cómo deberían ser los patriotas del presente y del futuro, tendrían que responder; como lo fueron los próceres de la guerra de la independencia y agregar!!! y como los héroes que lucharon en Malvinas.
Personal fallecido en cumplimiento del deber: Presentes
1º de mayo de 1982. Bautismo de Fuego por la recuperación de nuestras Islas Malvinas Argentinas.
CAP Dn. Gustavo argentino GARCIA CUERVA
1er Ten. Dn. Mario Hipólito GONZALEZ
1er Ten. Dn José Leónidas ARDILES
Ten. Dn. Daniel Antonio JUKIC
Ten Dn. Eduardo Jorge De IBAÑEZ
CP Mario Duarte
CP Juan Antonio RODRIGUES
C1ro Miguel Ángel CARRIZO
C1ro José Alberto MALDONADO
C1ro. José Luis PERALTA
C1ro. Agustín Hugo MONTAÑO
C1ro. Andrés Luis BRASICH
Soldado Clase 62. Guillermo Ubaldo GARCIA
Soldado Clase 62. Héctor ramos BORDON
Gloria y honra… por siempre a los 55 hombres de la Fuerza Aérea Argentina, que ofrendaron sus vidas por nuestra Patria.
Luis María Villarreal
VGM – FAA
Ciudadano de Río Grande