BUENOS AIRES (NA).- La presidenta Cristina Fernandez de Kirchner afirmó ayer en la VII Cumbre de las Américas, que se lleva a cabo en Panamá, que le “llamó la atención la similitud y simultaneidad” entre las expresiones de autoridades británicas sobre una supuesta “amenaza” de la Argentina a las Malvinas y la declaración de Estados Unidos sobre Venezuela.
Ese fue el eje central del discurso que pronunció Cristina en su última aparición como jefa de Estado en la cumbre regional, donde no ahorró críticas a Estados Unidos (algunas en forma velada y otras directas) y analizó el aspecto financiero de la problemática del narcotráfico.
Al referirse a la orden ejecutiva en la que Estados Unidos declaró a Venezuela como una “amenaza” a su seguridad, la Presidenta consideró que “resulta inverosímil, casi rayano en lo ridículo que cualquier país del continente pueda resultar una amenaza para la mayor potencia del mundo”.
Al respecto, sostuvo que “es ridículo siendo que Estados Unidos es la mayor potencia militar, financiera y científica, con un presupuesto de 640.000 millones de dólares” y “el presupuesto militar de Venezuela es poco más de dos mil millones de dólares”.
“Nadie puede creer esto como nadie puede creer que el Reino Unido haya declarado una amenaza a mí país respecto de nuestro propio territorio, que son las Islas Malvinas”, continuó la Presidenta, vinculando ambas cuestiones.
La mandataria evaluó que esto “resulta absurdo también” porque el Reino Unido tiene “un presupuesto de casi 60 mil millones de dólares” y “2,3 del PBI está dedicado a defensa”.
“Pero me llamó la atención la similitud y la simultaneidad de ambas posiciones”, agregó, al comparar las expresiones del gobierno de Barack Obama sobre Venezuela y las de Gran Bretaña sobre la Argentina.
“Es una pena que esta cumbre se vea ensombrecida por esta decisión y pedimos que ese decreto sea dejado de lado.
Simplemente, les pido apelar a sentido común. Perón decía que se vuelve de cualquier lugar, menos del ridículo. Y es ridículo considerarnos una amenaza”, sentenció.
Por otra parte, la Presidenta se refirió al problema del narcotráfico que, según dijo, “puede convertir a estados de esta región en estados fallidos” y pidió que se aborde “desde el problema de los países consumidores”.
“Tenemos que decir que los países donde se la produce no es mayormente donde se la consume y también hablar del financiamiento del narcotráfico, porque cuando sale la sustancia tóxica de los países productores vale dos mil dólares y cuando llega a Chicago vale 40 mil”, remarcó la presidenta.
En este punto, indicó que “el nudo de la cuestión” es “el financiamiento” de ese crimen organizado y advirtió que “el dinero del narcotráfico se lava en los bancos de los países desarrollados y los paraísos fiscales que les pertenecen”.
Tras reclamar que “de la misma manera que se investiga el financiamiento del terrorismo internacional se debe seguir el camino del dinero de los carteles de la droga”, la Presidenta remató: “Con la droga y el dinero se quedan los países desarrollados, con los muertos y las armas, los pobres de América Latina”.
La mandataria pronunció su discurso luego de la alocución del presidente de Cuba, Raúl Castro, quien representó el retorno de ese país al foro regional en medio del proceso de reactivación de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, tras más de medio siglo de enfrentamiento.
Respecto de ese tema, celebró el regreso de Cuba a la Cumbre pero remarcó que esto no se dio por “el encuentro de dos presidentes” sino porque ese país “luchó por más de 60 años por la dignidad con un pueblo que nació bajo el bloqueo y porque fue conducido por líderes que no traicionaron su lucha”.
En este tramo de su exposición, hizo referencia al discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama: “Yo sé que lo acaba de decir, que no le gusta mucho la historia, pero a mi me gusta la historia y creo que es importante para comprender lo que pasa y para entender por qué pasaron las cosas”.